Eliminar tumores sin bisturí convencional, sin anestesia y sin postoperatorio es posible mediante radiocirugía robótica, una técnica que consigue un control local del cáncer en un 80 o 90 por ciento de los casos, dependiendo del tipo de tumoración.

Así lo ha explicado a Efe el doctor Luis Aznar, de la Unidad de Oncología Radioterápica de la clínica Ruber Internacional de Madrid, que cuenta con este sistema, del que existen 273 unidades en el mundo y 45 en Europa.

Este sofisticado aparato de alta generación, denominado comercialmente ´Ciberknife´, es un preciso y potente acelerador lineal con un brazo robotizado que sigue en tiempo real el movimiento del tumor causado por la respiración del paciente, sin dañar los tejidos sanos.

"El robot va respirando con el tumor y va comprobando a tiempo real que está en el sitio adecuado, realizando el tratamiento con una precisión submilimétrica", ha precisado el doctor Aznar.

De esta forma, se consigue un descenso brusco de los efectos secundarios, un aumento de la dosis que es posible administrar al tumor y una elevación de la tasa de respuestas y del índice terapéutico frente a otras técnicas radioterápicas.

El sistema "permite hacer cirugía sin abrir al paciente" y gracias al mismo se tratan tumores que antes no eran posibles, como cerebrales, de páncreas, de pulmón, de próstata o de hígado.

Se puede tratar un nódulo pulmonar, una metástasis hepática o un carcinoma de próstata en muy pocas sesiones.

Tiene una gran utilidad en pacientes que por diferentes razones no se pueden operar, pero incluso en los casos en los que es posible la intervención, "el control local del tumor es similar a si hacemos una cirugía convencional, con las ventajas de no tener que entrar al quirófano, el postoperatorio y los riesgos de la anestesia".

Su uso está indicado en tumores primarios y en metástasis, pero también en aquellos que se operaron en su momento y han vuelto a aparecer. En este último caso, se valora si la radiocirugía es viable, ha señalado el doctor Aznar.

Esta técnica está también indicada en personas que han recibido radioterapia convencional y que deben ser sometidos a tratamiento de nuevo, ya que al proteger los órganos cercanos al tumor permite tratar zonas ya irradiadas.

En la actualidad, más de 100.000 pacientes han sido tratados en todo el mundo y alrededor de 1.200 en la Ruber Internacional, pionera en desarrollar e implementar este tratamiento en España.

El hospital recibe a veces enfermos derivados del sistema público, en casos en los que "no se tiene la tecnología necesaria para realizar un tratamiento viable", ha asegurado Aznar.

Tratamiento llevadero

Temistócles Maruán es un paciente tipo. Padece un tumor en la cabeza del páncreas que afecta a los vasos cercanos del tronco celíaco (delante de las vértebras), lo que hace que la cirugía convencional tenga un riesgo muy alto e incluso un fatal desenlace, ha explicado el doctor Aznar.

Este paciente de 71 años, natural de Muñopedro (Segovia), asegura que el tratamiento es llevadero y después de tres sesiones (la última) no ha sufrido ningún efecto secundario y se encuentra "perfectamente".

"Te tumbas en una camita y a aguantar mientras el robot está funcionando de un lado para otro, pero yo no siento nada", ha señalado el paciente, quien no aprovecha la sesión para "echar un sueñecito", porque "me han dicho que no me duerma, ya que la respiración cambia".

En el caso de Temístocles, las posibilidades de control local del tumor son muy altas, y "esto no solo significa supervivencia, sino también calidad de vida, no tener molestias, dolor o alteraciones digestivas".

El aparato se basa en la robótica utilizada en Alemania para la fabricación de coches de alta gama, mientras que el acelerador lineal se logró gracias a las investigaciones realizadas por la armada norteamericana para comprobar la resistencia de los puentes metálicos al paso de los blindados.