El frío no solo afecta a nuestra piel, agrieta los labios o provoca cambios en nuestro estado de ánimo. El pelo es otro de los perjudicados que más sufren con la llegada del otoño y el invierno. La bajada de temperaturas tiene un efecto vasoconstrictor que daña al cuero cabelludo y especialmente, a los cabellos secos o con poca densidad. Pero hay remedios que evitan este impacto.

La gama de productos capilares, Sachajuan, desarrollados a base de extractos de algas marinas creada por los peluqueros suecos Sacha Mitic y Juan Rosenlind, ha elaborado este decálogo con consejos para esquivar los efectos del mal tiempo en nuestra melena.

1. Cuida tu alimentación: la alimentación es clave para mantener a raya la salud del cabello. Tomar una dieta rica en vitaminas y minerales y beber mucha agua, nos ayuda a mantener el cuero cabelludo hidratado.

2. Evita el agua caliente: el agua caliente debilita el pelo, lo vuelve más quebradizo y lo deshidrata. Lo conveniente es que lo lavemos con agua tibia.

3. Utiliza un champú nutritivo y altamente hidratante: para reducir el encrespamiento que provoca la lluvia, la niebla y la humedad, y eliminar la deshidratación que se produce en esta época del año, conviene que utilicemos productos que lo reanimen, le devuelvan el brillo y eviten el frizz. Un buen champú hidratante y nutritivo, junto a una mascarilla o un acondicionador, son nuestro mejor aliado.

4. Aplica un aceite capilar: es aconsejable que apliquemos una generosa cantidad una media hora antes del lavado o una pequeña cantidad en las puntas antes y después del secado, para sellar las puntas e impedir la deshidratación.

5. Limita el uso del secador y las planchas: utilizarlos en exceso daña la raíz del pelo y provoca su posterior caída. Para secar y moldearlo, la mejor opción es el secador iónico y herramientas con placas cerámicas. Estos secadores neutralizan la carga eléctrica y las superficies cerámicas provocan que el calor penetre de forma más uniforme.

6. Utiliza un perfume para el cabello: además de refrescarlo y perfumarlo, hay algunos que contienen agentes hidratantes, protegen de las temperaturas extremas y reducen la electricidad estática.

7. No salgas a la calle con el pelo mojado: es una obviedad y más en invierno, pero no todo el mundo sabe que el cabello expuesto a bajas temperaturas, absorbe la humedad y se hiela fácilmente, provocando que las fibras capilares se rompan.

8. Envuelve el cabello con un pañuelo de seda o satén: los gorros o sombreros que utilizamos contra el frío, muchas veces nos encrespan el pelo e, incluso, algunos materiales pueden dañarlo. Envolverlo en un pañuelo de seda o de satén antes de ponernos el gorro, resuelve el problema.

9. Si hace viento, hazte una coleta: el viento enreda el cabello y lo llena de nudos. El remedio más sencillo, sobre todo si tienes melena, es recogerlo en una coleta para evitar el encrespamiento y que el pelo se quiebre.

10. Visita al peluquero: cuando vuelve el frío, debemos tirar de tijera. Tras los efectos del verano, hay que preparar nuestra melena para las bajas temperaturas con un corte que sanee las puntas, ya que las herramientas de calor como las planchas o las tenacillas, las estropean aún más.