Los viajes en avión pasan factura a nuestra piel ya que ésta se deshidrata bastante durante el viaje. El aire en cabina tiene un nivel de humedad de entre un 10% y un 20% con respecto al 70% que hay en tierra, por lo que una adecuada hidratación pre y post despegue es esencial.

Antes de despegar se debe de preparar la piel para el descenso de humedad que vamos a experimentar. En este sentido es importante utilizar productos que aumenten el nivel de hidratación hasta un 20% si es posible. Las cremas y serums con ácido hialurónico en su forma más pura y ayuda a mantener los niveles de hidratación natural de la piel.

Durante el viaje se ha de mantener la hidratación que aplicamos antes del despegue. El objetivo es rehidratar y recuperar el equilibrio de hidratación de la piel, a la vez que previene la futura pérdida de agua.

Otro de los aspectos a tener en cuenta durante un viaje de avión son los rayos UVC porque durante un viaje por las alturas estamos expuestos a estos rayos solares nocivos, muchos de ellos que no llegan al suelo pero que sí nos pueden alcanzar si vamos en avión. Pese a que las ventanillas están preparadas para protegernos de los rayos UVC, siempre es inevitable que nos alcancen algunos de ellos. Por eso, es recomendable aplicar protectores SPF.