Se acercan las fiestas navideñas y casi todo el mundo piensa en reuniones familiares, celebraciones, luces, árboles y belenes, compras... Sin embargo, para los que compartimos nuestra vida con uno o varios animales a los que queremos, estas fechas suponen un importante trauma, en el sentido del elevado sufrimiento que generan al animal y en consecuencia en los humanos que los quieren. Dicho sufrimiento, es ocasionado por la utilización de artefactos pirotécnicos tales como petardos y/o cohetes. Vamos a suponer que las personas que los utilizan para celebrar las Navidades explosionándolos y generando malestar en humanos y animales, desconocen las consecuencias que suponen para los demás. Por ello, vamos a describirlas para intentar concienciar y sensibilizar a las personas que los utilizan y de esta manera evitar que sufran animales y humanos en estas fiestas.

Durante estas fechas, los animales que tienen miedo a las explosiones y que son la gran mayoría, sufren un estrés elevadísimo, por no hablar de los accidentes que ocurren cuando escapan huyendo o se pierden. Incluso los hay que fallecen por causa de un infarto.

Pero como psicóloga, voy a hacer hincapié en el daño psicológico que provocan en los animales y sus familias. El hecho de ver al animal que tú quieres temblando, jadeando, escondido y aterrorizado, en estado de pánico constante, durante unas noches en la que te gustaría poder estar disfrutando de tu familia y celebrando la navidad, supone un daño emocional que debería estar más regulado y controlado legalmente dada su gravedad. Cuando sales a la calle a tirar petardos, únicamente estás pensando en lo que a ti te divierte, pero te animo a que abras el abanico de tu perspectiva y siendo más empático y solidario con los demás, celebres las fiestas desde el respeto hacia los que no merecen estar sintiendo ese malestar. Cuando vayas a coger un petardo, imagina a ese perro o gato temblando aterrorizado sin parar y en la persona que lo quiere a su lado, sin nada que celebrar... Ellos sufren de manera considerable al estar en esa situación que tu generas y que no tienes derecho a provocar. Sin embargo, sí que todos deberíamos tener el derecho de poderlas disfrutar.

Por unas Navidades sin miedo y con más solidaridad.