Una vez más se pone de manifiesto los problemas de seguridad que implican los festejos con animales. El pasado 3 de septiembre, en las fiestas de Burriana (Castellón) una serie de despropósitos o faltas de seguridad hicieron que dos de las vacas que iban a participar en los festejos escaparan. Una de ellas fue encontrada a los días, pero Rebeca aún no ha aparecido.

Se han empleado efectivos de guardia rural, guardia civil, bomberos, policía local?.que no han servido para encontrar a Rebeca, que siempre ha conseguido darles esquinazo.

Dejando a un lado lo que en Burriana considerarán una anécdota, la cuestión es: ¿quién es responsable si ocurre una desgracia (un accidente/daños/lesiones) derivada de la huida de Rebeca? En términos generales, podemos afirmar que el ganadero es responsable de los daños que pueda causar el animal, pero también el Ayuntamiento podría ser responsable de los mismos en la medida en que «la huida» se enmarca dentro de un festejo municipal en el que la corporación al parecer no adoptó las medidas de seguridad oportunas, necesarias y adecuadas a la entidad de la actividad organizada, lo que entraría en la llamada responsabilidad patrimonial de la administración. Para declararse dicha responsabilidad deberán acreditarse la efectiva producción del daño, la relación de causalidad entre el daño y el funcionamiento de la administración y la antijuricidad de dicho daño, lo que viene a suponer el incumplimiento del Ayuntamiento, en este caso, de las condiciones de seguridad que le fueran exigibles para la celebración del festejo taurino.

Mientras tanto, muchos gritamos #CorreRebeca y cruzamos los dedos para que logre vivir en libertad.