Las molestias por ladridos. Los ladridos de los perros son uno de los motivos más habituales de conflictos entre vecinos. Es cierto que el perro tiene que poder expresar sus estados emocionales con su voz, pero hay que intentar que estos sean limitados y a unas horas razonables. Los ladridos suelen ser más frecuentes cuando el animal está solo en casa y, en muchos casos, los propietarios de éste no son conscientes de las molestias que pueden causar al resto de la comunidad.

Normalmente cada ciudad tiene sus propias ordenanzas para intentar controlar el ruido máximo que pueden soportar sus vecinos pero, evidentemente, un perro no entiende de esas normas. En cualquier caso es cierto que, con paciencia y tranquilidad, se les puede enseñar a controlar esos ladridos. Por eso, antes de llegar a denuncias o conflictos vecinales, se debe hablar primero y exponer el problema con los propietarios del perro. Siempre se puede buscar alguna solución que contente a todos con buenas maneras y educación. La buena convivencia es una responsabilidad de todos.

Francisco García-Romeu es Presidente Del O.C.Para El Bienestar Animal