Dos décadas son las que lleva este empresario de moda con su pareja, Eva, "y ahí estamos", afirma. Hasta que nacieron sus dos hijos pequeños "convivía con cuatro mujeres y pude observar que las niñas son mucho más despiertas, más explosivas de carácter. Cuando hay algo que no les gusta se quejan enseguida, mientras que ellos se muestran más dispuestos a aceptar las cosas como vienen, son más conformistas".

Cree que, "simplemente por el hecho de llevar a sus hijos nueve meses en su interior, la mujer desarrolla una mayor capacidad de asumir muchas cosas a la vez". Antes de responder sobre si prefiere trabajar con hombres o mujeres, se toma unos segundos para reflexionar, como si fuera la primera vez que se plantea la cuestión.

"No veo diferencias en ese aspecto, y en la empresa nunca hemos tenido predisposición a emplear en función del sexo. Tal vez se deba al perfil de quienes conforman el departamento creativo que dirijo". Aunque..., y hace otra pausa, "ahora que lo pienso, si pienso en las mujeres y los hombres que han ocupado el mismo puesto, podría concluir que ellas son mucho más obstinadas y cuando ven algo claro no paran hasta conseguirlo. Los hombres abandonan antes. Sí, seguro que luchan más para alcanzar sus objetivos", concluye con un tono positivo.

Con la autoridad que concede haber pasado veinte años con la misma compañera, Custo Dalmau afirma que una de las claves de la estabilidad de un matrimonio es la tolerancia. "Y soltar cuerda cuando está demasiado tensa. La convivencia permanente es complicada, porque cuando estás con alguien mucho tiempo empiezan a saltar chispas. No es culpa de nadie, son los ajustes de personalidad".

La solución es "oxigenarse de vez en cuando. Es sano y bueno para la convivencia". Algo habitual en su matrimonio, ya que el trabajo le obliga a estar en continuo movimiento, viajando de un lado a otro del planeta. Compara la relación de pareja con la que se tiene con los amigos. "A los colegas no intentas cambiarlos. Con ellos tienes un grado de aceptación mucho más elevado".

En cambio, está convencido de que "tratas de llevar a la pareja a tu terreno, hacerle cambiar lo que no te gusta". Otra de sus teorías es que "mantener la intensidad del vínculo con la pareja es un trabajo al que hay que dedicar esfuerzo y tiempo. Tienes que mimar la relación, cuidarla. Si te esfuerzas en mantener la relación, lo consigues. Muchas parejas se rompen porque no lo hacen".