Tras su paso por televisión como jurado del programa de Antena 3, ¡A bailar!, la bailarina flamenca, Sara Baras inicia la gira de su último espectáculo, Medusa la guardiana, donde por primera vez, la gaditana encarna un personaje de la mitología antigua, contando una tragedia griega con el más puro estilo flamenco.

Se enfrenta al reto personal de interpretar y bailar al mismo tiempo siendo Medusa, el monstruo de cabellos de serpientes. Después de abandonar temporalmente los escenarios para dar a luz a su hijo José, ha vuelto a bailar junto a su marido José Serrano retomando su labor al frente de la compañía que ambos dirigen. Ahora compagina a la perfección su trabajo con la maternidad, viajando con su pequeño de dos años de ciudad en ciudad.

¿Cómo es "Medusa" vista desde el flamenco?

Hemos hecho un espectáculo en el que la dramaturgia se antepone al baile, la historia no es un pretexto para bailar. Llevamos más de diez espectáculos con la compañía pero este tiene un sello diferente, es la primera vez que abordamos un personaje de la mitología clásica y el espectáculo tiene un mensaje muy directo. Defendemos a medusa no sólo como un monstruo sino como una mujer, injustamente castigada por un juego de dioses, defendemos su injusticia para verla como persona.

¿Qué te atrajo de este personaje mitológico?

El poder descubrir que había una persona detrás, se la ve directamente como un monstruo y sin embargo hay mucho más detrás. Fue mi hermano "Bibi" el que me animó a hacer un personaje de mala. Investigamos en la mitología y encontramos en su figura muchas posibilidades. Detrás del monstruo hay una persona con corazón que ha padecido la injusticia y ha sido castigada a la absoluta soledad. Me enamoró el personaje al ver que no era el bicho malo que yo siempre había creído desde niña.

Te decantas siempre por mujeres de carácter, ¿Qué mensaje quieres trasmitir?

Uno siempre tiende a juzgar y criticar al otro sin rascar ni profundizar en sus circunstancias pero a mí me gusta rascar un poquito más para encontrar los motivos. La mitología es un mundo de sueños, sin embargo plasma la vida. Lo que le pasa a Medusa le sigue pasando a muchas mujeres hoy en día. La defiendo porque hay un trasfondo detrás de su manera de actuar. Son mujeres que anteponen sus sentimientos y sus creencias a todo, hasta a su vida, ese es un valor que me sorprende muchísimo.

¿Dónde vamos a poder verte este verano?

Vamos a estar todo el verano girando con Medusa, estaremos en Madrid en el Festival de la Granja, después en Murcia, Sagunto, Bilbao, iremos a Cádiz, mi tierra que siempre es un lugar muy especial para mí, viajaremos a Grecia y al terminar cerraremos la gira de "La pepa" despidiéndonos el quince de octubre en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid.

¿Qué poso te dejo tu paso por televisión?

Lo pasé muy bien, el equipo era maravilloso y aprendí muchísimo. Fue una pena que fuera tan cortito pero fue muy positivo. Había un nivel muy grande, me alegro mucho de haberlo hecho.

¿Te gustaría volver a televisión?

Aprendí y lo disfruté mucho, aunque soy más del teatro y del directo conocí nuevos registros muy interesantes. No se trataba de bailar sino de disfrutar la experiencia.

¿Cómo compaginas ahora el trabajo con tu pequeño José?

Ser madre ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, paré mi carrera para tener a mi hijo y después de tenerlo no tenía claro cómo podría volver a bailar después de tanto tiempo, cuando vi a mi bebé no quería dejarlo. Lo llevamos muy bien porque somos unos privilegiados, podemos viajar con él.

Ahora en septiembre empezará el colegio y entonces será más complicado pero estos tres años lo hemos llevado siempre con nosotros sin separarnos de él, viajando de manera más tranquila para no darle palizas al peque. Hemos tenido mucha suerte porque es un niño muy sano que se adapta a todo, muy feliz, nos ha permitido seguir soñando con el mundo del teatro e inculcarle nuestro amor por él

¿Ha heredado tu arte?

Todavía es muy chico pero le encanta la música y tiene mucha gracia, ya veremos lo que quiere hacer de mayor pero ya sabe que nuestro lenguaje es el baile y el también baila ya.

¿Le has sacado ya al escenario a bailar?

Sí, el día de fin de año junto a la familia, salió, empezó a bailar y le tiró hasta un beso al público, nos sorprendió a todos. No sé lo que pasará en el futuro pero ahora quiero que lo disfrute porque es una suerte poder vivir el mundo del teatro tan cerca, yo lo que quiero es que sea feliz y que esté sano.

¿Vas a seguir aumentando la familia?

No lo sé, por él me encantaría pero con tanto trabajo cuesta mucho pararlo todo. Espero que sí, no me gustaría dejarlo sólo, me gustaría que tuviera un hermanito.

¿Son malos tiempos para el flamenco?

Soy de las que se salva, mi compañía trabaja muchísimo pero cuesta mucho trabajo. Ahora mismo hay que hacer doble esfuerzo, vivimos una época muy rara, hay mucha crisis que golpea por todos lados y la gente está sufriendo muchísimo. Nosotros podemos trabajar y vivimos un éxito importante pero hoy en día el esfuerzo es doble. Soy muy trabajadora y cuento con un equipo muy responsable, nunca nos pillan distraídos cuando se levanta el telón, en nuestros espectáculos se ve la entrega y eso el público lo valora. Es una pena porque la cultura está sufriendo mucho.

¿Donde se aprecia el flamenco más hoy día?

Podría estar hasta mañana diciendo sitios, llevamos más de diez años haciendo temporadas fuera de España y la respuesta es impresionante, se agotan las entradas antes de que lleguemos, la gente tiene ganas de flamenco, de pasarlo bien con nosotros y sentir lo nuestro. Francia, América, Japón y Corea, el flamenco no entiende de fronteras, se clava directamente en el corazón y eso hace que puedas viajar por el mundo sintiéndote que te entienden, es algo precioso. Antes era Japón, allí hubo un momento en el que había más escuelas que aquí pero ahora esto se ha extendido por todo el mundo.