Actor. Curtido en cine, teatro y televisión durante tres décadas, Imanol Arias (Riaño, 1956) evoca la España de los 80 de nuevo en la piel del padre de la familia Alcántara en la incombustible ´Cuéntame´ (La 1). A la vez, revive los viajes gastronómicos del programa ´Un país para comérselo´, que reemite la misma cadena, a la espera de su próximo estreno en cine, ´Libertador´.

¿Qué época de ´Cuéntame´ siente más cercana?

Todas. ´Cuéntame´ se parece mucho a mi vida. Cuando una serie lleva tanto tiempo, empieza a nutrirse de rasgos de personalidad. Antonio es igual que mi padre, y mi madre vive en una casa idéntica a la de la serie. Éramos cuatro hermanos y dos pupilos, ocho en casa... Recuerdo la llegada de la televisión...dibujos como ´El oso Yogui´, o unos europeos, ´Filopat y Patafil´, que creo que sólo gustaban a los que luego seríamos actores.

Su personaje en la serie tuvo su etapa como político... ¿Qué les diría a quienes gobiernan ahora?

Deben asumir que ya no mandan, que son sólo intermediarios.

Un adjetivo con el que se definiría.

Soy€ como diría€un tirillas. Soy pimplón, nervioso, hablador, gesticulador, seductor. Sí, todo eso podría cuadrar conmigo.

¿Qué teme?

Pocas cosas. Confundir los tiempos... O pensar que heredar es mejor que donar. O equivocarme mucho en la vida, porque eso puede afectar a los demás.

¿En qué piensa al despertar?

¿Por qué me habré despertado? Me gusta dormir justo en ese momento en que ya no puedo hacerlo.

No sale de casa sin...

Perfumarme.

Un cantante imprescindible.

Yo pertenezco sobre todo a Serrat, Plácido Domingo y Sting.

¿Cuál es el libro que más le ha influido?

´El siglo de las luces´, de Alejo Carpentier.

Su película de cabecera.

La saga ´El padrino´.

Un pensamiento que le aporte energía o paz.

A mí respirar de modo coordinado me relaja. Y es algo que no hacemos bien. Yo me paro y hago 9 respiraciones, cuento 7, aspiro, otra vez 7, suelto, y así€ 9 veces. Es muy oxigenante.

¿En qué le molesta perder el tiempo?

No me molesta. A veces me permito el placer de no hacer nada. No soy vago, pero tampoco muy, muy trabajador. Por ejemplo, después de comer, el mejor regalo que pueden hacerme es olvidarme durante media hora.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Si me queda algún día suelto entre otros de mucho trabajo, me levanto a la hora habitual y hay un momento en que me siento y ya no hago nada. O leo, o veo series grabadas.

¿Cuál es el rincón más apetitoso del país?

Podríamos empezar con la croqueta, por el norte, después los pescados del sur, y de ahí me iría hasta los potajes del centro. Si doblásemos el mapa del país y colocásemos Cádiz sobre San Sebastián y luego Catalunya, Baleares y Valencia sobre Extremadura y Portugal..., el dibujo resultante tendría forma de sobre. Y serviría para enviar al mundo el mensaje de que en este país se come increíblemente.

¿Aficionado al Twitter, a las redes sociales?

No sé hablar en 140 caracteres, hasta a lo que detesto le doy palabras de más, para que luego me fastidien con un titular. No tengo Twitter, me gusta llevar una vida más anónima.

¿Qué suena en su iPod?

Llevo 1.300 canciones, fundamentalmente música moderna y ópera. ´Tosca, Tristán e Isolda´... ´Macbeth´ me apasiona: la mujer canta como un hombre, y él, como un oso. Esas óperas gordas y arrastradas€ me van muy bien de fondo. En ´Cuéntame´ les he aficionado y ya me las piden. Como hacía Gary Cooper en el rodaje de ´Campanadas a medianoche´.

Su noche ideal.

¡Había unas noches en los 80... cuando vivías dos veces...! De noche no dormía, y de día trabajaba. Aquellos años de la movida, increíble, con tanta apertura... O cuando hacía ´Calígula´ en Buenos Aires. Inolvidables aquellas madrugadas.

Un rincón para perderse.

Me encanta Buenos Aires, tengo una pequeña casa allí. Amo Argentina, especialmente como actor. La oferta es inmensa, y el público tiene una relación de pasión y exigencia con el actor.

Un sueño por cumplir.

Un par de años sabáticos junto al mar, sin viajar, tranquilo, en mi casa de Cádiz, por ejemplo. Espero poder hacerlo.