"A otros les gusta el casino; a mí, los coches". Esta afición ha tenido una consecuencia ingrata para el cantante Francisco, al tener que hacer frente a una denuncia del constructor Andrés Ballester, que lo acusa de estafa por el impago de un Maserati que le vendió por 80.000 euros en 2004. La Audiencia de Alicante ha absuelto al artista al entender que no engañó al empresario.

-¿Francisco no es un estafador?

-No lo he sido nunca. Nunca he engañado ni estafado a nadie.

-¿Mantiene la deuda por el Maserati con Ballester o la pagó con los pisos vendidos, si llegó a venderlos?

-He vendido apartamentos y hay unas comisiones. Hice, además, con este hombre una revista con ocho páginas de promoción de Altea y de sus construcciones. No sé qué podía valer ese reportaje en 2004, pero, en todo caso, hay un contrato firmado con unas condiciones y ha quedado claro que en ningún momento hubo engaño, y si no hay engaño no hay estafa.

-¿La deuda se da por saldada con esos pisos que vendió?

-Pues, hay una serie de temas que aclarar: él me reclama una deuda que está firmada, pero él no me firmó que me pagaba comisiones ni por la revista. He sido, creo, más legal y más confiado.

-¿Por cuánto vendió el Maserati?

-No lo vendí, hice un cambio por otro coche. Era 2004 y el mundo y la economía eran muy distintos. Hoy suena frívolo y me da vergüenza ajena de que cuando hay gente que no puede comer se hable de un cantante popular juzgado por un Maserati. Suena feo. Me han gustado y me siguen gustando los coches, y porque mi economía no me lo permite, pero me

gustaría tener muchos.

-... Pero pagando…

-Siempre los he pagado. Nadie puede decir que yo le debo algo.

-¿Cuántos ha tenido?

-Muchísimos. Desde un Rolls descapotable hasta un Smart ahora, que es el que más a gusto llevo.

-¿Se dejó llevar por un tiempo de excesos y ha vivido por encima de sus posibilidades?

-No. Nunca he vivido por encima de mis posibilidades. He sido muy cerebral. Llevó más de 30 años de carrera, he tenido momentos muy buenos y he sido una hormiguita. Me he dado algún capricho cuando me lo pude permitir.

-¿A conciertos políticos o electorales?

-Nunca he hecho un concierto político. Y si alguna vez he hecho alguno no me han pagado ni un duro. Hace años simpaticé con el PP, pero no pertenezco a nadie desde hace mucho. No creo en ningún partido. Jamás me han dado nada: en 33 años jamás se me ha contratado en Valencia. He pagado mi porcentaje cuando he ido a un teatro o al Palau de la Música.

-¿Fue un error no presentarse al juicio el verano pasado?

-No. Es que tuve una depresión de caballo, con ataques de ansiedad y agorafobia. Aporté el informe.

-¿Era por la deuda?

-Y por muchas cosas más. El trabajo ha disminuido, y en nuestro campo más, porque no es un artículo de primera necesidad... Y al final explotas. Pero no era mi intención eludir el juicio. Al contrario, era el más interesado en que esto acabase cuanto antes, porque he sido el más perjudicado.

-El juez se enfadó porque salió en televisión tras alegar la agorafobia, ¿no?

-Ya le expliqué a su señoría que soy de carne y hueso. En Valladolid suspendí el 12 de mayo a la primera canción. No me había pasado nunca. Gracias a Dios hoy estoy al cien por cien. No entendía por qué me pasaba y no se lo deseo a nadie.

-¿Cómo es su vida ahora?

-Lo he pasado muy mal, pero esto me ha servido para saber quiénes son mis amigos de verdad. De algunos de quienes esperaba apoyo no he recibido nada, como si tuviera la lepra.

-¿Que no pueda pagar una deuda de 80.000 euros da cuenta de su situación económica?

-Lo he intentado arreglar de muchas maneras, pero no han querido. ¿De qué carecemos los empresarios? De ‘cash’. Puedes tener patrimonio, pero no liquidez.

-¿Ha perdido proyectos?

-Un montón. A nadie le agrada contratar a una persona acusada de estafa. Lo inmediato ahora es retomar mi trabajo y que se hable de mí como cantante, que esto haya sido una pesadilla y se haya hecho justicia con este señor, que tiene un peso político importante en la Comunidad Valenciana... Dicen que siempre habla quien más tiene que callar.

-¿Políticamente se ha sentido abandonado?

-No, porque jamás me he sentido apoyado. Y le digo más: soy más contratado por ayuntamientos socialistas que del PP. Que quede bien claro: no soy pepero desde hace años, porque me siento engañado y estafado, como millones de personas de este país.