Para Carmen Thyssen, ser rico no es nada fácil. "Siempre es difícil", aunque admite que "es peor ser pobre". Así lo dice en una entrevista al diario Cinco Días, en el que revela que carece de liquidez: "Yo lo que tengo son cuadros y propiedades".

A juicio de la baronesa, que tiene nacionalidad suiza y vive en Andorra, la riqueza "conlleva una gran responsabilidad para uno mismo y las personas que dependen de ti".

Sus colecciones, afirma, solo le generan gastos, no beneficios. "El arte tiene unos sobrecostes tremendos, como los seguros que se requieren para organizar y traer exposiciones temporales", explica.

Por otro lado, Thyssen denuncia en la entrevista la persecuación a la que, según ella, se encuentra sometida por Hacienda (su barco fue abordado por la Guardia Civil el pasado 30 de julio en Ibiza para anunciarle una inspección fiscal).

"Yo tengo a toda la gente que trabaja conmigo, desde hace casi 30 años, en regla. Cuando dicen que he vendido cuadros con empresas afincadas en el extranjero, tengo que decir que soy suiza y tengo cuentas en este país", asegura.

Por otro lado, destaca la contribución de los museos que albergan sus obras: "La colección genera seis millones de euros de beneficios al año en Madrid".

Asimismo, el Museo de Málaga, "situado en un barrio que nadie visitaba", se ha convertido en cinco años "en referente en el mundo del arte del siglo XIX y XX".