Fueron muchos los detalles del bautizo de la princesa Charlotte que nos hicieron recordar a Lady Di, parecía que la fallecida madre del príncipe Guillermo estaba de alguna manera presente en tan señalado día.

La iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham, donde fue bautizada la princesa de Gales en 1961; y el vestuario del príncipe George en homenaje al estilismo que llevó su padre cuando nació su hermano Harry eran los guiños que conocimos el pasado domingo. Sin embargo, no fueron los únicos, porque la pareja real eligió al peruano Mario Testino, el fotógrafo de cabecera de su abuela paterna y a la que fotografió un mes antes del accidente en París, para plasmar los momentos íntimos de la ceremonia.

Tanto la cuenta de Instagram del Palacio de Kensington como la del propio artista de 60 años han publicado algunas de las instantáneas más encantadoras de la familia real. "El duque y la duquesa de Cambridge y toda su familia tuvieron un día maravilloso el domingo y estaban encantados de compartir esta especial ocasión con las miles de personas que acudieron a Sandringham. Ellos están muy felices de compartir estas fotografías y esperamos que a todo el mundo les guste tanto como a ellos", decía el comunicado oficial.

Los retratos incluyen a la feliz familia relajada y confiada ante el objetivo del fotógrafo de las estrellas. Entre los momentos más tiernos, la mirada de felicidad del orgulloso papá mirando a su hijo sonreír ante la cámara; y el embelesado rostro de la duquesa de Cambridge admirando a su pequeña en una de las estancias de Sandringham House.

No podía faltar tampoco la foto familiar, con los miembros más cercanos: los abuelos por ambas partes, los hermanos de Catalina y los bisabuelos, Felipe de Edimburgo y la reina Isabel II, que una vez más se muestra como en su casa y cede todo el protagonismo a su bolso, que dejó en el suelo y a su vera, que nunca se sabe.