El presidente ruso, Vladímir Putin, se puso hoy los patines para disputar en el puerto de Sochi (mar Negro) un partido de hockey El presidente ruso, Vladímir Putin, marcó anoche ocho goles en el partido benéfico de hockey sobre hielo que se disputó en el puerto de Sochi (mar Negro), sede de los últimos Juegos Olímpicos de Invierno.

Putin, que formó parte del equipo integrado por jugadores de fama mundial ya retirados, además de oligarcas y políticos, abrió el marcador y anotó otros siete tantos más, además de repartir alguna asistencia.

El líder ruso los marcó desde larga distancia, a escasos centímetros de la línea de gol o en jugada personal, aunque en algunos casos pareció que sus rivales le dieron toda clase de facilidades.

El equipo del jefe del Kremlin llevaba a la espalda el número 70 por el reciente aniversario de la victoria sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial.

Enfrente estaba una selección de jugadores en activo de la liga nacional y otros altos funcionarios, que no pudieron evitar la victoria del equipo de Putin (18-6).

Con todo, fue el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, quien se llevó el galardón de mejor jugador del partido, por lo que recibió como premio un viaje a la península de Crimea.

El encuentro se celebró en las instalaciones que acogieron hace poco más de un año los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi.

Seguidamente, Putin y los participantes en el partido vieron por televisión cómo Rusia derrotaba a Estados Unidos (4-0) en las semifinales del Mundial que se disputa en Praga, donde los rusos disputarán hoy la final frente a Canadá.

Putin, conocido aficionado al esquí alpino y a deportes como el judo, tomó parte por primera vez en este partido benéfico en 2011. Entonces reconoció que era la primera vez que se ponía unos patines.