Es esta una casa que puede contemplarse casi como el marco de un cuadro. Su diseño configura un atractivo e inusual patio, a la vez que proyecta la vivienda hacia la magnífica panorámica exterior que ofrece el gran ventanal de la fachada principal.

Mediante un perímetro cuadrado, los arquitectos Carlos Ferrater y Xavier Martí, autores del proyecto, logran varios objetivos complementarios que se potencian unos a otros. La forma favorece que todas las estancias de la casa disfruten de sol y da lugar a una singular vivienda con ocho fachadas. Por otra parte, se salva el desnivel de la parcela con la voluntad de respetar el terreno encontrado, lo que conforma un patio interior singular. Un patio abierto hacia el cielo pero también hacia la tierra, que permite el acceso desde su propia base.

"Toda la casa -explican los arquitectos- gira alrededor de este patio, permitiendo el recorrido completo. Es una casa con patio, pero con otras connotaciones. Es el centro, permite todo tipo de vistas a su través, relaciona todos los espacios, haciendo cercana una casa con bastante superficie, pero no es accesible ni está situado en el plano de la casa; no encierra la vivienda ya que se escapa por debajo de ella".

Situada en una urbanización de Castellón, se encuentra en una zona de antiguos bancales que se remontan a la actividad agrícola establecida en la zona en el siglo XVII, cuando la población escalonó la pendiente de la montaña para facilitar el cultivo de alimentos. Tras el abandono de esa actividad, creció un arbolado de algarrobos y pinos. Topografía, intervención humana e historia natural se superponen aquí. Los arquitectos han querido respetar ese paisaje y optaron por un sistema constructivo prefabricado en su mayor parte. De este modo, la edificación queda depositada sobre el terreno prácticamente sin modificarlo. Se mantuvieron los muros de piedra existentes y se reconstruyeron donde fue necesario, con la misma técnica de antaño. Fabricada en taller, la estructura metálica se ensambló sobre tres pilares dobles, del mismo material, en forma de V, y la parte posterior de la edificación aprovecha uno de los antiguos bancales para apoyarse sobre él. La zona de la casa que aloja las dependencias auxiliares y el garaje se encuentra enterrada y se accede a ella por una plataforma exterior.