Integración absoluta con el entorno y sobriedad en las líneas. Así podríamos definir esta casa del estudio holandés 123D a la que llaman ´Bridge House´ o ´Casa Puente´. El uso de los grandes paneles de vidrio logra que la casa se camufle con el espacio natural. Al contrario de lo que debería ser, según el concepto original, no es la casa la que se adapta al entorno sino que la construcción se asienta en la cima de una colina artificial.

De la estructura también se desprende una bodega que se encuentra en una sección fuera de la montaña. Este resultado transmite la idea de que la vivienda y el paisaje son un solo ente.

Lo extraño de este caso, es que a pesar de que los arquitectos hacen lo que sea para no cambiar el paisaje, esta ´Bridge House´ modifica la orografía para lograr la belleza elevada al máximo exponente. La colina artificial, construida de suelo reutilizado, se hizo para crear mejores vistas.

Más de 17.000 árboles se plantaron en el terreno que rodea la casa. Por otra parte, no se puede pedir más a la vivienda: es ecológica y autosuficiente. Los residentes disponen de un pozo privado de agua, paneles solares, y las cañerías están pensados para la reutilización de aguas pluviales, calefacción y techo y el suelo es mediante el almacenamiento de energía térmica.

Los paneles de vidrio están hechos de vidrio Heat Mirror que ayuda a enfriar la casa y llevar a cabo el exceso de calor. El diseño general es sencillo y moderno, con paredes blancas y techos y suelos de mármol blanco.