La Policía Nacional detuvo el martes a un hombre de 76 años por un presunto delito de abuso sexual contra su nieta, de 13 años, y varias amigas, de entre 13 y 14 años. Según la denuncia de la madre de una de las afectadas, el arrestado mantenía conversaciones de carácter sexual con las niñas y se masturbaba delante de ellas a través de una webcam. Lo que se investiga ahora es si los abusos a la nieta se produjeron también en su domicilio. Se da la circunstancia de que el detenido ya fue condenado en el año 2006 por un delito de abusos sexuales, de los que se dio por extinguida la pena en 2010. La denuncia se presentó el pasado 20 de septiembre, y el martes se procedió a ampliarla con los datos de otra menores que podrían estar afectadas.

Durante las conversaciones, pedía a las menores que les enseñara sus partes íntimas mientras se masturbaba, siempre según el testimonio de la denunciante, la madre de una de las niñas. Fue su hija quien le contó los hechos, y rápidamente interpuso la denuncia. Ante la sospecha de que otras amigas pudieran estar afectadas, se amplió la denuncia el martes, cuando fue detenido.

Según apuntan, las niñas entendían las conversaciones como un juego, del que se abría aprovechado el hombre para abusar de las menores. La Fiscalía investiga ahora el número exacto de niñas con las que habría mantenido estas conversaciones, siempre pertenecientes al círculo cercano de su nieta, o si además del abuso a través de las conexiones vía conferencia ha habido tocamientos. Por el momento, todo apunta a que no se llegó a ese extremo, por lo que lo que será analizado será el contenido de las conversaciones y los testimonios de las menores para determinar si hubo o no delito.

El hecho de que el detenido haya tenido antecedentes por hechos similares complica su situación judicial, si bien esta vez podrían ser menos graves.

En este tipo de casos, el agresor se gana la confianza de la víctima, para conseguir sus fines. En este caso, al tratarse de su propia nieta y su círculo de amigas, podría haber aprovechado esa circunstancia para instar a las menores a que les enseñara sus partes íntimas. Lo que no ha trascendido es el motivo por el que el detenido charlaba a través de internet con las menores, a través de un programa de mensajería.

Vigilancia

Para tratar de evitar y controlar estos casos, desde la Policía aconsejan controlar las comunicaciones de los menores, tanto las públicas, a través de las redes sociales, como las privadas, a través de servicios de mensajería y aplicaciones de chat y vídeo. El 'modus operandi' es siempre el mismo: el agresor se va ganando la confianza de la víctima hasta el punto de que la convence para que intercambie fotografías, mande vídeos, o ponga la webcam para fines sexuales.

La investigación determinará así el número de afectadas, y el tiempo que se llevan produciendo estos abusos, si se confirma que los hubo. Por el momento, el hombre se encuentra en libertad, a la espera de que avancen las investigaciones y se decida si se le acusa formalmente por los hechos descritos por las menores. Por ahora, su nieta ha negado estos abusos, por lo que sigue la investigación abierta.