El vertido de 60.000 litros de gasóleo que se produjo ayer tras chocar un ferry contra el muelle de Las Palmas, de los que más de la mitad fueron retirados de inmediato, estará solventado, según las previsiones, en las próximas 15 horas, ha asegurado hoy el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.

La Institución insular es la entidad que se ha hecho cargo de una situación de emergencia que tiene nivel II, de ámbito insular, y su presidente ha precisado que "se trata de un vertido de gasoil, un material volátil, que se extiende a aproximadamente 2,5 millas desde el punto de origen, y por su característica de poco pesado se evaporará en cuestión de horas".

Morales ha precisado que "el impacto medioambiental será mínimo" y, además, los técnicos del operativo no prevén que afecte a la costa.

Por su parte, el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, ha subrayado que el accidente ha sido "más aparatoso que grave y no ha habido daños personales".

"La coordinación de las administraciones y los protocolos de emergencias se han cumplido a la perfección", ha resaltado Clavijo, quien ha agregado que, al tratarse de un derrame de un material ligero "no tendrá impacto medioambiental de calado".

La delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, ha explicado el procedimiento que se lleva a cabo para minimizar un vertido "en el que trabajan tres embarcaciones con tareas de dispersión mecánica" para agilizar la evaporación del material.

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Las imágenes del accidente.

Además, Roldós ha hecho hincapié en que "de los 60.000 litros vertidos de gasoil, más de la mitad fueron retirados de inmediato por cisternas, por lo que del perimetraje de la mancha, de tres kilómetros de largo y 400 metros de ancho, solo es combustible un 44 por ciento y apenas un milímetro de grosor".

A pesar del accidente, el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, ha dicho que "los barcos de Naviera Armas son de última generación y este incidente es complicado, pero no excepcional, ya que afecta a una de cada 30.000 maniobras".

El problema de caída de tensión en el ferry "Volcán de Tamasite" provocó su colisión con el dique Nelson Mandela de Las Palmas "se solucionó en apenas dos minutos, por lo que si hubiera sido en alta mar no habría acarreado ninguna problemática", ha detallado Ibarra.

En su opinión, el buque se comportó "correctamente "ante esta situación, "así como su capitán", ya que ante un problema de energía el barco "queda inutilizado y continua en trayectoria y velocidad".

"Se procedió a la contención mecánica del buque con ancla, pero por la velocidad fue imposible evitar la colisión que, por haber sido frontal, minimizó los daños a solo materiales en el muelle", ha añadido Ibarra.

En ese sentido, ha adelantado que las tareas de reparación se llevarán a cabo sobre 100 metros del dique afectado, precisarán cerca de seis meses de trabajo y tendrán un coste de 2 millones de euros, que serán adelantados por la Autoridad Portuaria a la espera de la respuesta del seguro, con el que ha asegurado "no habrá ningún problema".

Accidente con 13 heridos leves

En el buque, que había partido 13 minutos antes en dirección a Santa Cruz de Tenerife, viajaban un total de 140 pasajeros y 33 tripulantes. Trece ocupantes tuvieron que ser atendidos por diversas lesiones y crisis de ansiedad, de los que cinco de ellos fueron trasladados a centros sanitarios de la capital grancanaria.

El barco pudo recuperar minutos después las máquinas y consiguió entrar a Puerto por su propia propulsión, aunque acompañado por seguridad por dos remolcadores de la compañía Boluda. El accidente provocó graves daños en la infraestructura y la rotura de las tuberías que transportan el combustible de la compañía Oryx, que originó un derrame de entre 100.000 y 200.000 litros de gasoil. El vertido se extiende ya más de tres kilómetros.

El accidente se produjo sobre las 20.20 horas. Trece minutos antes, el buque había partido del dique en dirección a la capital tinerfeña en un trayecto que duraría unas dos horas y media. Sin embargo, en cuanto salvó el citado dique se quedó sin potencia. Varias fuentes precisaron que entonces el generador de energía se detuvo, quedándose sin gobierno al no activarse los suministradores de emergencia. La tripulación trató en un primer momento de parar la trayectoria del ferry, que giraba a babor y se dirigía de frente hacia el dique, llegando incluso a lanzar una de los anclas. En cambio, el navío continuó hasta chocar su proa contra el espaldón del dique.

Algunos pasajeros perdieron los nervios tras el accidente.

En el impacto, que generó un gran estruendo, varias personas sufrieron caídas, aunque, según las fuentes consultadas, ninguna de ellas tiene heridas de gravedad. El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 informó de que 13 de los viajeros tuvieron que ser atendidos, nueve de ellos por crisis de ansiedad y uno por una cervicalgia. Naviera Armas informó de que entre los afectados se encontraba una mujer embarazada con una crisis nerviosa.

En tierra, varias personas que se encontraban en el muelle abandonaron el lugar ante la posibilidad de colisión. Así, fuentes portuarias precisaron que parte de la infraestructura se vino abajo y aplastó dos coches de la petrolera Oryx, que en ese mismo momento estaba suministrando combustible a uno de los buques. "Justo un minuto antes había gente en los vehículos que al final quedaron aplastados", señaló el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, quien se personó en el lugar para conocer de primera mano las incidencias en torno al accidente.

Tras la colisión, el buque consiguió recuperar a los pocos minutos la energía, por lo que una hora después de la colisión pudo atracar en el mismo dique del que había salido, aunque custodiado por los remolcadores VB Brandy y VB Alborán de la compañía Boluda. Hasta el lugar se desplazó un amplio dispositivo de emergencia alertado por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112. Así, el Servicio de Urgencias Canario (SUC) del Gobierno de Canarias movilizó dos ambulancias medicalizadas, otra sanitarizada, un vehículo de intervención rápida y la Unidad Móvil de Catástrofe (Umcant).

Los sanitarios atendieron a cinco de los afectados en el propio lugar de los hechos, donde se les dio el alta; mientras que otros cinco tuvieron que ser evacuados, cuatro de ellos al Hospital Santa Catalina y un quinto al Hospital Doctor Negrín, según informó una portavoz del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112.

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La evacuación de los pasajeros

Por su parte, la naviera apuntó que había un pasajero con una fisura de clavícula, que también tuvo que ser trasladado, y una mujer encintada con crisis de ansiedad, que fue llevada hasta el Materno Infantil. Los ocupantes del Volcán de Tamasite permanecieron varios minutos dentro del barco hasta que finalmente pudieron desembarcar. La compañía reubicará a aquellas personas que desean viajar hasta Santa Cruz de Tenerife en el buque que parte a primera hora de la mañana de este sábado, así como la mercancía que se quedó en tierra.

Por su parte, técnicos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas acudieron hasta el lugar para comprobar los daños provocados en la infraestructura. El fuerte impacto destrozó las tuberías de suministro de combustible de la multinacional Oryx, que en ese mismo instante cargaba un petrolero atracado en el muelle. Esto motivó, asimismo, un derrame de entre 100.000 y 200.000 litros de gasoil. Ibarra, que se personó en el lugar de los hechos para conocer la evolución de los servicios, apuntó que en principio se descartaba un vertido contaminante dado que las corrientes permitían acotarlo en la dársena de África.