El Departamento de Inspección Educativa del Gobierno balear ha elaborado en los últimos días diferentes informes sobre los hechos que tuvieron lugar el día 5 de octubre en un centro de infantil y primaria de la barriada de Son Roca, en Palma, en el que resultó agredida una niña, con el que concluyen que la agresión se produjo por una disputa por una pelota sin ninguna intencionalidad previa.

De este modo, el informe de Inspección descarta "completamente" que se trate de un caso de bullying y constata que se trata de una alumna integrada en el centro, muy estimada tanto por alumnos cómo por profesores y con una evolución académica positiva.

Según las informaciones recogidas por los inspectores, la alumna había sufrido una presunta agresión en la que habrían participado alumnos de diferentes cursos en el momento de finalizar el tiempo de patio (sobre las 12.00 horas).

Un grupo de alumnos habrían estado jugando a fútbol y la alumna presuntamente agredida habría formado parte de uno de los dos equipos, concretamente del equipo que habría ganado el partido, formado por alumnos de 4º, 5º y 6º de EP.

El otro equipo estaría formado, mayoritariamente, por alumnos de 3º, 4º y 5º de EP. Al finalizar el patio la alumna habría cogido la pelota. Alumnos del equipo contrario, que habrían perdido el partido, corrieron detrás de la niña hasta que la pillaron. La niña habría caído al suelo, presuntamente empujada por alguno o algunos de los alumnos, iniciándose un forcejeo. Todos estos hechos habrían sucedido en un espacio de tiempo inferior a un minuto.

Los maestros no detectaron secuelas físicas

Después de los incidentes, la niña continuó las clases con normalidad y ni la tutora ni otros profesores, que la vieron entre las 12.00 y las 14.00 horas, observaron ninguna secuela física que hiciera evidente que la alumna necesitaba de asistencia médica ni siquiera del botiquín del centro. Sólo mostraba unas pequeñas marcas en el codo y en la pierna, compatibles con la caída al suelo, caída motivada posiblemente por el forcejeo al disputarse la posesión de la pelota que ella tenía aferrada muy intensamente.

El equipo directivo estuvo pendiente de la evolución de la niña en todo momento y desde el instante en que se tuvo noticia del ingreso hospitalario, el mismo día de los hechos, la directora, la jefe de estudios y el secretario la visitaron el hospital, hablaron con la niña y con los padres, preocupándose por su estado y poniéndose a disposición de la familia para lo que pudieran necesitar.

En los días siguientes el equipo directivo se ha reunido con los alumnos implicados, con los observadores y otros testigos, para averiguar los hechos ocurridos, conjuntamente con la Inspección.

Así, de acuerdo con el informe del Departamento de Inspección se concluye que "en ningún momento se detectó en los alumnos intención previa de agredir a la alumna sino un acto no premeditado para quitarle la pelota, lo cual no los exime de una conducta gravemente perjudicial para la convivencia del centro".

Asimismo, se constata que había dos profesoras en el patio, tal y cómo establecen las instrucciones de organización y funcionamiento de las escuelas para el curso 2016/17. Aun así, desde Inspección, conscientes de que el riesgo cero no existe, se recomienda que para evitar este tipo de situaciones, la Conselleria de Educación y Universidad tiene que estudiar la conveniencia de aumentar el número de maestros para la vigilancia de los alumnos al patio, que tendría que pasar a tres en los centros de una línea.

Siete alumnos implicados

En total, se establece que había siete alumnos implicados: dos alumnos de 8 años, un alumno de 9 años, uno de 10, dos de 11 años y uno de 12 años.

Uno de los alumnos habría empujado a la alumna como consecuencia de lo cual habría caído al suelo y habría continuado un forcejeo por la posesión de la pelota. Otro alumno se habría añadido al forcejeo y un tercero empujado involuntariamente por una alumna, empujada también por otro cayeron todos sobre la niña que retenía la pelota. Otros dos alumnos se tiraron sobre la niña también para quitarle la pelota. En el forcejeo, uno de ellos habría pegado alguna patada a la alumna sin determinar si eran al grupo de niños, a la niña o la pelota, una vez en el suelo.

Además, la dirección del centro ha decidido que los alumnos con participación más activa en los hechos, por haberlos iniciado o por haber participado de manera más violenta (dos alumnos de 8 años y 1 de 9 años), sean suspendidos del derecho a asistencia a clase durante un periodo de 5 días.

Por otra parte, se propone igual corrección para los dos alumnos de más edad, 11 y 12 años, al considerar que se tiene que tener en cuenta la diferencia de edad con la alumna y que como los alumnos de mayor edad no sólo no tendrían que haber participado en los hechos sino que tendrían que haber mediado para que no se produjera ningún hecho violento.

Los dos alumnos restantes, de 10 y 11 años, debido a su participación menos activa y violenta en los hechos, serán suspendidos del derecho de asistencia al centro durante un periodo de 3 días.

Los alumnos, arrepentidos

Los alumnos han reconocido su participación en los hechos y se muestran muy arrepentidos de su intervención en estos. Así lo quieren hacer saber a su compañera, por lo cual le están escribiendo una carta para que se recupere pronto y vuelva a clase para continuar jugando al fútbol con ellos.

La familia ha solicitado un cambio de centro, a pesar de que tanto desde el colegio como desde la Conselleria de Educación y Universidad han manifestado su voluntad de que la familia reconsidere su decisión puesto que es una alumna muy estimada en el centro. A pesar de todo, la Conselleria atenderá la demanda de cambio de la familia, si deciden continuar con la solicitud de cambio.