La Guardia Civil ha detenido a otra pareja por su presunta implicación en el caso del recién nacido cuyo cadáver fue hallado el martes en un contenedor de Pilar de la Horadada. Según fuentes de la investigación, los arrestados podrían haber colaborado en el parto de la mujer, que fue igualmente detenida junto a su marido el miércoles. Los cuatro implicados en este lamentable suceso siguen custodiados por las Fuerzas de Seguridad y están a la espera de pasar a disposición judicial.

El cadáver del bebé fue hallado en una bolsa de basura por un indigente que buscaba en el contenedor que se encontraba a tan sólo 50 metros de la vivienda en la que residía su progenitora y el supuesto padre, ambos de nacionalidad rumana. Los investigadores creen que su cuerpo fue arrojado a este lugar poco después de su nacimiento.

Se cree que el parto tuvo lugar en la casa de los detenidos, una vivienda ubicada en la calle Miguel de Cervantes de Pilar de la Horadada. El cuerpo del neonato fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia, que tratará de determinar la causas de la muerte.

La madre se derrumbó en el interrogatorio

Fuentes de la investigación indicaron que la mujer, de nacionalidad rumana y con otros dos hijos a su cargo, se derrumbó durante el interrogatorio y acabó reconociendo los hechos: el bebé hallado a escasos 50 metros de su casa era suyo.

El municipio despertó el martes consternado por el macabro hallazgo del cadáver del bebé, que según todos los indicios fue arrojado al contenedor muy poco tiempo después de haber nacido. El equipo sanitario que se desplazó hasta el lugar de los hechos sólo pudo certificar que no estaba vivo y el juez ordenó después el levantamiento del cadáver. La Policía Judicial de la Guardia Civil se encargó de recoger pruebas del contenedor, que quedó precintado.

El cuerpo pesaba algo más de tres kilos, fue encontrado envuelto en una vieja manta, boca abajo y en la misma bolsa había algunas toallas manchadas con sangre. Al bebé le habían cortado el cordón umbilical pero no se halló la placenta. Por ello urgía también encontrar a la progenitora lo antes posible, puesto que su vida podía correr peligro si no había expulsado dicha placenta.

El martes agentes del Instituto Armado y de la Policía Local desplegaron desde primera hora un importante dispositivo en el municipio para tratar de localizar a mujeres embarazadas que hubieran dado a luz pocas horas antes. Fue un vecino el que dio una pista que resultó ser clave para los agentes, y era que una mujer en avanzado estado de gestación habitaba en un edificio emplazado en el número 12 de la calle Miguel de Cervantes.

Insistencia

Pasaron varios minutos hasta que, por insistencia de los agentes, los inquilinos del piso decidieron abrir la puerta. En su interior se encontraba la mujer que, según los vecinos, estaba embarazada, pero ya había dado a luz. No obstante no había ni rastro del bebé. La evidencia motivó que los agentes la detuvieran y no tardó mucho en reconocer que ella había gestado al recién nacido encontrado en el contenedor. Según indicaron fuentes municipales, la mujer fue llevada después a un centro hospitalario para realizarle un examen médico que determinara que, efectivamente, había dado a luz pocas horas antes.

Los investigadores la detuvieron a ella y a su marido. La investigación está bajo secreto de sumario.