Un avión que había despegado a las siete de la mañana desde el aeropuerto de Alicante-Elche hacia Munich ha tenido que regresar y realizar un aterrizaje de emergencia en las pistas a los diez minutos tras colisionar, según fuentes del pasaje informado por la compañía, con una bandada de gaviotas.

El impacto se ha producido en una ala y el piloto ha seguido el protocolo de seguridad aterrizando sin problemas en el aeropuerto pero con el susto en el cuerpo de los pasajeros, sobre todo cuando el avión ha tomado tierra. Norwegian, compañía que operaba el vuelo, ha trasladado a los viajeros (unos 150) a la cafetería de la zona de embarque del aeropuerto desde donde está previsto que salgan a las 14 horas con otro aparato que vuela ahora desde Londres.

El incidente se produce solo dos días después de que este periódico revelara que Aena y los ayuntamientos de Alicante y Elche han detectado una nueva zona de posible impacto al tráfico aéreo en el aeropuerto al constatar la presencia diaria de miles de aves, en su mayoría gaviotas, que acuden a comer al vertedero de Fontcalent, próximo a las pistas, y pasan por el aeródromo al atardecer, cuando regresan a Elche, Santa Pola, Tabarca y el Saladar de Agua Amarga a dormir en la denominada ruta sur, la norte las lleva al castillo de Santa Bárbara.

Hasta ahora, las aves se localizaban en un balsa de regulación, en la planta de reciclaje y compostaje de residuos sólidos del Consorcio del Baix Vinalopó, en las Salinas de Santa Pola y Agua Amarga, en el Clot de Galvany y en las viviendas dispersas del entorno aeroportuario (palomas, golondrinas, estorninos, cuervos y pequeñas rapaces).