Un joven de 22 años falleció ayer al precipitarse desde la segunda planta del centro comercial Calatrava en torno a las siete y media de la tarde. Según varios testigos, cayó por el hueco de las escaleras mecánicas del interior del edificio, en el barrio de Buenavista, y llevaba una mochila puesta.

El suceso causó un fuerte impacto entre los compradores y la gente que se encontraban dentro del edificio. La dirección del centro acordonó los pasillos cercanos al lugar de los hechos y desplegó los cortafuegos para impedir el paso de los clientes mientras el forense y los peritos hacían su trabajo.

Un hecho similar ocurrió en diciembre de 2012, cuando un hombre de 54 años cayó por el hueco de las escaleras mecánicas hasta la planta baja ante la presencia de varios testigos que realizaban compras navideñas.

En concreto, dos mujeres relataron que el individuo se había encaramado a una de las barandillas del último piso. Varios testigos aseguraron que el individuo había estado vagando por el centro comercial con la mirada perdida.