La Guardia Civil investiga la muerte de dos hermanos cuyos cadáveres fueron hallados ayer en un adosado de una urbanización del término municipal de Requena. Las dos personas, un hombre de unos 50 años y una mujer de unos 40, podrían llevar incluso un año muertos.

Asimismo, según fuentes consultadas por este periódico, la principal hipótesis que barajan los investigadores de la Guardia Civil sería la de un doble suicidio, si bien no trascendió si se halló una nota de las víctimas en la que dejaran por escrito sus intenciones.

Según ha podido saber este diario, la vivienda que presuntamente ambos compartían no había sido revuelta, por lo que quedaría descartado el móvil del robo.

El desconocimiento de los vecinos de la misma calle al respecto de los fallecidos añade más dudas sobre quiénes son y qué ha podido pasar. También el hecho de que nadie les echara de menos durante un año. Las personas que viven en los adosados colindantes desconocen cualquier dato sobre los moradores de la vivienda, e incluso un vecino decía que pensaba que la vivienda estaba cerrada.

Según indicaban varios vecinos, la casa pertenecería al padre de ambos, un hombre que vive fuera de Requena, si bien es una circunstancia que este diario no ha podido contrastar. El hombre habría vivido allí durante un tiempo hasta que los vecinos dejaron de verlo. Todo apunta a que posiblemente las víctimas no tendrían una relación habitual con sus propios familiares. Los vecinos coincidían en que hacía tiempo que ya no se veía al padre por la urbanización y que al parecer eran los hijos lo que se habrían quedado a vivir en el número 51 de la calle Camporrobles de la urbanización Casablanca de Requena. La agencia Europa Press aseguraba ayer que fue el propio padre el que dio la voz de alarma al encontrarse la macabra escena.