Una ambulancia puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Y en más de un sentido, como pudo comprobar un paciente que era trasladado ayer a mediodía a La Arrixaca.

Los hechos sucedieron a las 12.29 horas, en el kilómetro 163 de la autovía A-30, sentido Cartagena-Murcia, junto a la vía de entrada al futuro aeropuerto de Corvera, poco antes del Puerto de la Cadena. Una ambulancia trasladaba a La Arrixaca a un hombre que, según las fuentes consultadas, había sufrido un infarto. En ese momento, el vehículo comenzó a arder por causas desconocidas y el conductor se vio obligado a detenerse en el arcén.

Una vez allí, según los testigos, tuvieron que evacuar al enfermo que trasladaban porque las llamas estaban alcanzando la parte interior del vehículo. No fue tarea sencilla, ya que la camilla se clavó en la tierra del arcén, por lo que el médico tuvo que coger en brazos al paciente para alejarlo de las llamas, que iban consumiendo el vehículo con creciente rapidez, hasta dejarlo tumbado en el suelo a unos 40 metros del siniestro.

Al lugar del incidente se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, un camión de bomberos del SEIS y otra ambulancia, la cual se encargó de atender al enfermo y finalizar su traslado a La Arrixaca. No se registraron daños personales, aunque sí materiales, ya que el vehículo quedó reducido a la carcasa y el fuego provocó que se derritiese parte del asfalto. Los testigos del suceso afirman que se oyeron incluso varias explosiones fuertes.

El incendio provocó el corte al tráfico de ese tramo del carril de la autovía durante aproximadamente una hora, para facilitar la labor de los bomberos en la extinción del fuego.