2010 se ha convertido en el año en le que más muertes en las playas se han registrado en los últimos años.

Todos los años muere gente ahogada, especialmente si no se toman unas mínimas precauciones, pero este verano las defunciones por este motivo se han disparado.

Últimamente, cada semana, aparece una noticia de la muerte de un anciano en nuestras playas, y ya van dieciséis. Y aún queda un mes de verano por delante. A estas alturas de mes, el año pasado, solo tuvimos que lamentar dos muertes en las costas murcianas.

Según miembros del cuerpo de emergencias, la mayoría de estos fallecimientos son producto de patologías de los propios ancianos, tales como hipertensión, y que nada tiene que ver con el oleaje, la corriente y demás fenómenos marinos que suelen estar relacionados con este tipo de tragedias.

Protección civil inició la pasada semana una campaña en la que repartieron 10.500 folletos por las playas murcianas con instrucciones para no correr ningún riesgo, como puede ser el evitar bañarse solo y siempre cerca de la orilla, vigilar constantemente a niños y ancianos para evitar riesgos innecesarios, no bañarse con bandera roja, hace caso siempre a los socorristas, no realizar ejercicios físicos bruscos, entrar en el agua poco a poco para que el cuerpo se aclimate a la temperatura del agua, evitar el baño si se tiene algún problema de salud que pueda poner en peligro a la persona en cuestión, etc. Siguiendo estos consejos, las probabilidades de sufrir un accidente son mínimas.

Esperemos que en lo que queda de verano no volvamos a tener que lamentar más muertes en nuestras playas. Está en nuestra mano.