Un juzgado de San Sebastián ha condenado a penas que suman tres años y medio de cárcel a un matrimonio que abusó sexualmente de sus hijos, una niña y un niño que soportaron condiciones infrahumanas durante años, ya que pasaban hambre, estaban sucios y en una situación de práctico abandono.

Según el escrito de acusación, al que hoy ha tenido acceso Efe, esta situación fue tan insoportable para la chica -la mayor de los dos hermanos- que intentó suicidarse cuando sólo tenía nueve años, ingiriendo un bote de pastillas, a pesar de lo cual su madre no la llevó al médico hasta cinco días después.

Los hechos ocurrieron en una localidad del interior de Guipúzcoa durante un tiempo indeterminado a lo largo del cual, tanto el padre como la madre abusaron de los menores, los maltrataron físicamente y les sometieron a "un abandono físico severo y crónico" en ámbitos como la "alimentación", el "vestido" y la "higiene" personal y del hogar en el que los cuatro residían.

El padre, según el documento, abusó de su hija desde que ésta tenía 5 o 6 años, "aprovechando cualquier momento para hacerle tocamientos con ánimo libidinoso". También la madre, practicó distintos tocamientos a la niña en su habitación, adonde acudía, según aseguraba, para leerle un cuento.

El documento explica que la madre solía golpear "en repetidas ocasiones" a sus hijos "con un cinturón", además de darles patadas y cuando bañaba a la niña la arañaba "fuertemente" de forma que la menor no quería ducharse en casa, aunque sí en el colegio.

Los pequeños padecían "una notable falta de higiene" y acudían a la escuela "con un olor corporal que provocó la queja de otros alumnos del centro".

El escrito indica que, cuando la niña iba a la escuela, solía llevar "en la mochila tabletas de 'Starlux', macarrones crudos y fideos y pan duro", pues "pasaba hambre" y tenía que levantarse por las noches para ingerir "comida cruda o congelada".

Cuando los menores asistían al comedor escolar "comían todo lo que se les servía" y la pequeña "desarrolló una obsesión por la comida" que le llevó a padecer "obesidad exógena".

La acusada "se mostraba fría y distante ante las necesidades emocionales de sus hijos" de forma que en la escuela llegaron a pensar que la niña, que aprendió a leer con 12 años, era "autista". Actualmente, los hijos de los acusados permanecen bajo tutela foral.

Ambos imputados se han conformado hoy con la pena que pedía para ellos el fiscal y han sido condenados a penas que suman tres años y medio de cárcel y 24 fines de semana de arresto por dos delitos de abusos sexuales, otros dos de malos tratos físicos y psíquicos, y dos más de abandono de familia con la atenuante de reparación del daño causado, al consignar unas participaciones en una empresa para hacer frente a las responsabilidades civiles.

A los procesados también se les ha retirado la patria potestad y se les ha prohibido acercarse y comunicarse con sus hijos durante cinco años a partir del cumplimiento de la pena de cárcel.