Rafaelillo recibió a su primero, un toro de capa ensabanado con una larga de rodillas y dos faroles. En el tercio de varas recibió un puyazo, mientras que el tercio de banderillas se ejecutó completo con tres pares. En el primero de su lote brindó al público.

Comenzó la primera tanda, con la muleta, rodillas en tierra para proseguir en redondo para sacar a su rival fuera del tercio. El niño del Barrio del Carmen llevó la muleta baja para continuar por el pitón derecho, después llegaron varias series de naturales, levantando las primeras palmas de la tarde.

El murciano en todo momento estuvo entregado en la faena. Concluyó la faena dejando la espada arriba, que hace guardia. Necesitando dos descabellos. Fue premiado con un apéndice.

En el segundo de su lote, lo saludó rodillas en tierra, continuando con un variado toreo de capote, recibiendo los aplausos continuos del respetable. Igual comienzo con la muleta, echando rodillas en tierra para instrumentar varias series por la derecha. De pie baja la mano para continuar toreando por el mismo pitón, finalizando la tanda con una serie de naturales de buen gusto. Entró a matar dejando estocada por lo alto que le valió para desorejar a su burel.

Alejandro Talavante toreó en Cieza el primer toro de su ganadería de nombre Billetero, marcado con el número 38 y de capa negra. Un toro que adoleció de clase, un astado corniapretado al que lanceó a pies juntos, seguido de chicuelinas y media verónica.

En el tercio de Varas, el picador fue derribado, no obstante dejó dos puchazos.

Con la muleta ejecutó cuatro estatuarios y con la izquierda, siempre abusando del pico del engaño, ante un rivel muy parado al que tuvo que provocar su lenta embestida. Al torear con la derecha no hubo transmisión alguna, concluyó de casi entera tendida con descabello.

Recibió a su segundo con varias verónicas sin transmisión a los tendidos. En varas dejó un puyazo trasero con rectificación, lo que equivale a dos en uno.

Repitió errores con la muleta, a un toro soso, al que solo pudo sacarle pases de uno a uno. Concluyó tras varios pinchazos y cuatro descabellos, escuchando un aviso y pitos por su labor.

Roca Rey tuvo que pechar con el peor lote de la tarde, sobre todo su primero. No obstante, al saludarlo con lances a la verónica fue aplaudido.

El toro rehuyó del caballo al que derribó, y a la tercera entrada fue picado.

Durante la faena la muleta la llevó por alto, mientras el toro transmitía a los tendidos la sosería que lleva en su sangre en una faena donde molestaba el viento, por lo que el peruano tuvo que cambiar de artes. Ante un rival muy parado solo consiguió sacar algún muletazo. Concluyó de una entrada en falso y entera, teniendo que usar el descabello en varias ocasiones, tras escuchar un aviso.

En el segundo y último de la tarde, salió la fuerza de Roca Rey. Comenzó la faena con varios lances, ya con la muleta comenzó con tandas lentas, ya que el toro no acudía al engaño nada más que cuando el torero le insistía una y otra vez, algo que levanto el clamor de los tendidos.

La faena prosiguió con molinetes de rodillas al que el público respondía con olés, y sobre todo los desplantes a toro parado.

Concluyó de casi entera, pidiendo el público trofeos para el matador. El presidente se mostró muy generoso al premiar al toreo con el número máximo de trofeos, dos orejas y rabo.

El público no salió lo contento que la corrida prometía a priori y todo fue porque el encierro de Talavante no ayudó a los toreros, que a buen seguro hubieran querido salir por la puerta grande.