Hace unos días salió el tráiler de la tercera película basada en las famosas 50 sombras de Grey, al igual que las dos primeras, se estrenará para San Valentín ¿Por qué?

Cualquier otra fecha sería más apropiada que el día de los enamorados para promocionar una historia de amor que dista mucho de ser romántico y perfecto, está más cerca de ser un amor enfermizo que de un cuento de hadas, no porque trate del mundo de la dominación y la sumisión sino que va más allá de lo que realmente es el BDSM (Bondage, Dominación, Sado y Masoquismo).

El problema que tenemos con esta película no es que destape el mundo del sadomasoquismo y del bondage sino que da una imagen equivocada de ello que presta a confusión, no se sabe muy bien dónde termina el juego y dónde empieza el maltrato (control excesivo, celos patólogicos...)

Christian Grey sobrepasa los límites de la dominación al querer controlar a Anastasia en todos los ámbitos de su vida, llega hasta el punto de comprar la empresa en la que trabaja. Eso, como bien dice ella en la segunda entrega, «no es una relación, esto se llama posesión».

Con todo eso, en lo que se refiere a los juegos en la habitación roja, el trato es bastante aceptable ya que durante el juego de sumisión ella tiene una palabra clave para poder parar en cualquier momento. Esta clave es muy importante cuando se relacionan dolor y placer, cada uno tiene un umbral de dolor diferente, y por mucha confianza que haya con tu pareja, no puede sentir lo que sientes y no puede saber cuándo el dolor deja de ser placentero y se vuelve molesto. Si el universo de Grey te inspira y quieres iniciarte al mundo del sadomasoquismo y bondage, recuerda que el consentimiento mutuo es lo más importante, elegir vuestros juguetes eróticos y accesorios juntos es un buen punto de partida, ya que hay mucha variedad: látigos de distintos materiales, fustas o paddle para spanking (el arte de azotar), cintas, cuerdas, esposas de distintas calidades para el bondage (arte de atar). Como siempre, tú decides lo que más te convenga a ti y a tu pareja. Se trata de disfrutar. Si tienes cualquier duda consúltanos en Inanna sex-shop, en la calle Sagasta nº30. Estamos para ayudarte a encontrar lo que necesitas para hacer tu propia habitación del placer.