Decenas de turistas, cargados de cámaras fotográficas, acosaron el pasado domingo a un oso pardo en la Cordillera Cantábrica. Así lo muestra un vídeo, grabado en el Alto Sil (León), hecho público por la asociación Geotrupes. El colectivo, integrado por biólogos asturianos, muestra "la otra cara de las actividades de observación de fauna salvaje, que suele ocultarse", pero que por desgracia ocurre con frecuencia, según denuncia.

En el vídeo se ve cómo un grupo de observadores localizan a un ejemplar en el monte y corren detrás de él con el fin de hacerle una fotografía. El animal se llega a sentir tan acorralado que cruza una carretera, situándose a unos cien metros de los turistas en el momento que atraviesa un coche la vía. "No hubiera sido raro que ante semejante acoso el oso hubiese atacado a alguien e incluso se pudo haber provocado un accidente de tráfico con consecuencias fatales para el oso o los conductores que pasaban por allí", manifiesta Geotrupes en su página de Facebook.

"Además de estos efectos evidentes, se está contibuyendo a cambiar el comportamiento innato del animal, que es evitar a la especie humana. Cualquier día habrá una desgracia y entonces la culpa será del oso, se hablará de osos problemáticos y se olvidarán este tipo de actividades que se estan llevando a cabo sin ningún tipo de control, regulación o sanción por parte de las administraciones competentes", añaden. Los grupos conservacionistas llevan años pidiendo una regulación del turismo de avistamiento de fauna, que la consejería de Medio Ambiente está elaborando.