No corren buenos tiempos para el toreo, pero los defensores de la fiesta brava se niegan a claudicar. Entre ellos está el Real Club Taurino de Murcia, que hace unos años decidió dar el primer capotazo de la Feria de Septiembre con una lectura que reforzara la prevalencia de la tradición folclórica española por antonomasia. ¿Cómo? Instaurando la lectura de un pregón que diera inicio al programa adherido al coso taurino de la capital del Segura; y este año al elegido no le ha faltado solera.

El valenciano Enrique Ponce -que saltará al ruedo el próximo lunes con El Juli y Cayetano Rivera- fue el encargado de ensalzar ayer en el Auditorio Víctor Villegas los valores de la fiesta nacional y recordar la tradición taurina de la ciudad que ayer le acogió como a uno de los suyos. Ante la presencia del presidente autonómico, Fernando López Miras; el alcalde, José Ballesta y, ejerciendo de anfitrión del acto, Alfonso Avilés, presidente del Real Club Taurino, Ponce tuvo palabras para algunos de los toreros más emblemáticos de esta tierra (Miguelín, Pepín Liria, Ortega Cano), así como para sus herederos en la actualidad (Ureña, Rafaelillo, Puerta), y no escatimó en elogios para el público que le espera el día 11. «Murcia es la entrega al toreo desde la exigencia equilibrada; Murcia disfruta de todos los ángulos del toreo y es capaz de entregarse tanto a la tauromaquia arrebatada como al toreo de sensibilidad más exquisito. Murcia está libre de complejos y su libertad la expresa sin prejuicios para disfrutar de su amor al toreo».

El diestro de Chiva aseguró que la fiesta nacional «es parte de nuestra forma de vivir, de nuestra manera de entender la relación con la vida y con el medio», y se definió como un torero «que se siente en la obligación de estar predicando los valores» de su mundo allá por donde va. Por ello se despidió defendiendo a los suyos de quienes les tratan de asesinos: «La muerte en el toreo es el espejo de la vida misma. En el toreo no se asesina, se reproduce el ciclo vital más lógico para mostrar al mundo que el ser humano es capaz de entregarse por amor a una liturgia atávica que es capaz de transmitir emociones bellas», y, cómo no, concluyó repartiendo suerte para sus colegas, aquellos que como él se jugarán el cuello ante la bestia a partir del domingo.

La gala contó además con la intervención musical del guitarrista Carlos Piñana, que estuvo acompañado por la Orquesta Sinfónica de la Región y ofreció un recital flamenco que ayudó a los presentes a profundizar (más si cabe) en la cultura del toro y todo lo que le rodea.

Performance antitaurina

Pero no todo fueron flores. Casi como una tradición, el inicio de los actos organizados para la lectura del pregón de la feria taurina de Murcia estuvo marcado por una numerosa protesta de grupos animalistas que, casi desnudos y envueltos en sangre y banderillas, entonaron cánticos como «Maltrato animal al código penal» o «Con traje de gala vais a una matanza». La protesta se mantuvo firme durante prácticamente toda la gala, pero en el interior del Auditorio Víctor Villegas hicieron oídos sordos a las consignas de los jóvenes apoyados en un programa muy flamenco y, sobre todo, taurino.