El papa Francisco ha defendido que se practique un diagnóstico precoz del cáncer o 'prevención oncológica' dentro del sistema público, no basado en «intereses comerciales», y que reivindique una «cultura de la vida», durante una audiencia con los miembros de la Liga Italiana para la lucha contra los tumores.

«Es deseable que la prevención oncológica pueda ser para todos, gracias a la colaboración entre los servicios públicos y privados, las iniciativas de la sociedad civil y las caritativas», señaló ayer el santo pontífice.

Francisco subrayó durante su intervención que «la salud constituye un bien primario y fundamental de toda persona», al tiempo que especificó que la prevención oncológica, entendida como «estilo de vida» es una fuente de «voluntariado» que ha definido a su vez como «una expresión emblemática de esa gratuidad que debería incidir cada vez más en el vivir cotidiano».

Por ello, Jorge Bergoglio indicó que hay mucha necesidad de difundir «una cultura de la vida, hecha de actitudes, de comportamientos». «Una verdadera cultura popular, seria, accesible a todos, y no basada en intereses comerciales», ilustró,

Para ello, el papa señaló que las familias deben ser acompañadas en la fase de la prevención a través de una especie «pacto solidario» que involucre a las diversas generaciones en «el fatigoso recorrido de la patología oncológica».

En esta ocasión, también instó a los católicos a ir a las periferias, donde «cada hombre y mujer vive en condiciones de marginación» y se encuentran «al margen de la sociedad y de las relaciones». Finalmente, expresó su deseo de que sociedad civil y eclesial caminen juntos sin tener miedo «a la proximidad, a la ternura» para concebir espacios sociales que «ofrezcan y acojan ayuda y consuelo recíproco» de manera «auténtica» y no solo «formal».