Algunos de los científicos del clima más prestigiosos han elaborado una hoja de ruta para que los países reduzcan sus emisiones absolutas a la mitad cada década, con el objetivo de poner fin a los gases contaminantes en 2050 y evitar que la temperatura del planeta suba más de dos grados.

Así lo pone de manifiesto un artículo publicado este viernes en la revista científica 'Science' coincidiendo con la Hora del Planeta que se celebra hoy sábado en todo el mundo, y dirigido por Johan Rockstrom director del Centro de Resiliencia de la Universidad de Estocolmo, y autor intelectual del concepto de "límites planetarios".

Los autores, procedentes de los centros europeos de investigación más relevantes en materia climática, explican cómo descarbonizar la economía mundial a mitad de siglo mediante una fórmula matemática que han denominado "la Ley del Carbono".

Para ello se han inspirado en la Ley Moore, formulada por el cofundador de Intel, Gordon Moore, quien aseguró que cada dos años se duplicaría el número de transistores en un procesador, lo que implicaría una bajada de precios y mayores prestaciones de los ordenadores en un periodo relativamente breve de tiempo.

Los investigadores del clima inciden en que es factible que las emisiones absolutas se vayan reduciendo a la mitad, pero en lugar de cada dos años como dice la Ley Moore, la Ley del Carbono habla de cada década.

A ese ritmo de disminución por década, se incentivaría la innovación en materia de tecnologías limpias y se abarataría el coste de las mismas.

Para seguir ese ritmo de reducción, las emisiones de los combustibles fósiles deben tocar techo, como muy tarde, en 2020, y caer a límites cercanos a cero en 2050.

Solo así, dicen los investigadores, se lograría el objetivo de mantener la temperatura "muy por debajo" de los dos grados respecto a niveles pre industriales como propone el Acuerdo de París.

Importante empezar fuerte a corto plazo

Los autores recomiendan que los esfuerzos sean mayores a corto plazo para no agotar el "presupuesto de carbono" con el que cuenta el planeta para no superar esos dos grados, es decir la cantidad que todavía se puede emitir para no rebasar ese límite.

Los esfuerzos para reducir las emisiones absolutas a la mitad cada década deben completarse con un crecimiento exponencial similar de la generación de energía renovable.

La penetración de estas energías en el sistema eléctrico debe doblarse cada 5 o 7 años, al tiempo que se potencian las tecnologías para absorber el carbono ya emitido a la atmósfera y que se produce un descenso drástico de las emisiones de la agricultura y aquellas derivadas de la deforestación.

"Ya estamos en camino, en la última década la presencia de las renovables en el sistema eléctricos se ha se ha duplicado cada cinco años y medio. Si continuamos a este ritmo los combustibles fósiles saldrán del sistema eléctrico mucho antes de 2050", asegura Rockstrom en un comunicado.

Los autores calculan que, siguiendo su "Ley del Carbono", el carbón habrá desaparecido del sistema eléctrico entre 2030 y 2035 y el petróleo entre 2040 y 2045.

Para lograr el objetivo de los dos grados, todos los sectores económicos deben seguir esta trayectoria y reducir a la mitad sus emisiones cada década.

Los investigadores concluyen que siguiendo su "Ley del Carbono" las posibilidades de mantener el planeta por debajo de los dos grados de aumento de temperatura serían de un 75 %, y advierten de que una vez logrado ese reto hay que trabajar en las llamadas "emisiones negativas: en absorber lo que se emitió en el pasado y sigue en la atmósfera".