Varias asociaciones animalistas de Tenerife han comenzado una cruzada para darle una segunda oportunidad a Yako, un presa canario de cinco meses que se ha quedado paralítico tras sufrir una paliza.

Andreina González, miembro de la asociación Brigada Animalista, cuenta que ll cachorro fue llevado por su dueño al veterinario para que le practicase la eutanasia debido al mal estado que presentaba el animal y acabó confesando que le habían propinado una paliza. González asegura que su dueño "fue al veterinario para dormirlo, pero al preguntarle qué le había pasado, explicó que le habían pegado con un palo".

Fue entonces cuando las protectoras Peluditos Médano y El Club de la Huella se hicieron cargo del caso y sufragaron los gastos de la operación de urgencia que necesitaba Yako. González asegura que los veterinarios solo le dan al cachorro un 5% de posibilidades de volver a caminar. "Le han visto cuatro profesionales y todos han coincidido en su diagnóstico, pero las chicas que lo tienen en acogida no van a rendirse y le siguen buscando una oportunidad", apunta.

Las protectoras han lanzado una llamada de auxilio para Yako a través de las redes sociales, ya que por si solas no cuentan con los recursos suficientes para hacerse cargo de todos los gastos. "Ahora mismo necesita sobre todo empapadores y pañales, pero el futuro le hará falta un carrito para que pueda caminar", apunta. También hace falta sufragar los gastos de su rehabilitación, que ya ha empezado mientras está en una casa de acogida.

"Tenemos que pedir ayuda porque le va a hacer falta un carrito de por vida", señala González. Para ello, están vendiendo medallas identificativas para mascotas, así como colgantes y bolsos, y destinarán la recaudación a la recuperación de Yako. También aceptan donativos para costear la fisioterapia del perro que se pueden realizar a través de un número de cuenta.

González argumenta que es necesario sacar a la luz este tipo de casos para que estas agresiones no se vuelvan a producir. "Es una situación súper triste, pero espero que su difusión ayude a concienciar a la gente", manifiesta.

Esta defensora de los animales afirma que el perro, a pesar del maltrato físico que ha sufrido, está muy animado. Aunque tiene una importante limitación de su movilidad como todo cachorro "solo quiere jugar".

Además, las protectoras buscan para Yako algo que será determinante para su vida. "Una familia que lo adopte, le quiera y se haga cargo de él", apunta.

El de Yako no es por desgracia un caso aislado en el Archipiélago. Solo en 2015 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad registraron en la provincia de Santa Cruz de Tenerife 74 infracciones a la normativa de animales de compañía. Ese mismo año, el Seprona contabilizó más de 300 casos de maltrato a perros de caza.