Según el diccionario, para el resto de España, 'parranda' es: «diversión animada, en especial la que consiste en recorrer distintos lugares donde se bebe o se baila» o se refiere a un «grupo de personas que salen de noche tocando o cantando para divertirse». Pero a los murcianos más longevos nos vienen a la mente otras dos acepciones totalmente diferentes: la zarzuela en tres actos con música de Francisco Alonso y libreto de Luis Fernández Ardavin, que se estrenó en 1928 en el Teatro Calderón de Madrid. La pieza más famosa de La Parranda, que transcurre en la rica huerta murciana, es el Canto a Murcia, de Miguel y Coro, con la que los murcianos nos sentimos tan identificados que la consideramos nuestro himno regional. Y una segunda acepción, desde hace casi treinta años, es el nombre del emblemático restaurante regentado por José Guillén Navarro y su esposa, Clotilde Guerrero Muñoz, en la murcianísima Plaza de San Juan, donde triunfa el amor por los sabores de la más tradicional y auténtica gastronomía regional murciana.

José Guillén recogió en 1975 el testigo de sus suegros en la antigua Pequeña Taberna, que hoy regenta la tercera generación de la familia, su hijo Jose.

Cuando accedemos al entorno de la plaza de San Juan, inmediatamente llamará nuestra atención la fachada de La Parranda, con sus característicos toldos de esparto y su espectacular terraza (con capacidad para 80 comensales), donde nunca faltará un elegante bodegón decorado con grandes botellas de vino, enormes calabazas y los más tradicionales productos de la huerta murciana como pimientos, o tomates, según temporada. En su interior también nos llamará la atención la profusa decoración de la barra, donde podemos tapear cómodamente en sus veladores antes de acceder al lujoso salón principal con capacidad para atender cómodamente a 60 comensales.

Por sus mesas veremos servir sus platos estrella, como las alcachofas de la casa, las judías verdes con cocochas de merluza e ibérico, sus albóndigas con salsa de boletus y foie, el rabo de toro con salsa casera y, cómo no, el riquísimo marisco de la bahía de Santa Pola, Denia o Calpe o los pescados: lubina, dorada, merluza, rodaballo, salmonetes, lenguado a la plancha, o gallo pedro, además de sasimi de atún rojo o tartar de atún o pescado del día. Y por supuesto sus carnes, entre las que destacamos el entrecot de ternera gallega con patatas de la casa, la paletilla de cabrito a la murciana, o las chuletas a la plancha o al ajo cabañil. Su amplísima carta incluye más de 25 posibilidades de tapas, desde sesos a la plancha hasta nido de carrillera a la jardinera, manitas de cerdo, chapinas de cabrito a la plancha, caballitos de la huerta, huevo trufado o chipirón y calamar de potera a la plancha.

El cuidado apartado de verduras ofrece alcachofas laminadas con virutas de jamón ibérico, judías verdes con foie y espinacas, parrillada mixta de verduras a la plancha o su puding de verdura con morcilla. Cuentan con varias posibilidades de entrantes y ensaladas como la de la casa con bonito, boquerones y palmito. En cuanto a postres, preparan unos excelentes paparajotes murcianos y otras 10 posibilidades, y su cuidadísima cava que separa la barra del comedor, guarda más de 50 referencias de los mejores vinos.