La tarde comenzó con el homenaje por parte de la Asociación de Aficionados Prácticos de Calasparra al que fuera durante muchos años mayoral de la ganadería de Cebada Gago, Manolo Flor.

La salida del primer novillo de la tarde, de nombre Rondeño, causó gran impacto en los tendidos debido a su trapío, llevando a levantar una de las tablas del callejón sin mayor consecuencias. Juan Viriato, que sustituyó a Amor Rodríguez que se encuentra hospitalizado tras una reciente intervención quirúrgica, lo lanceó con muchas precauciones, echando el cuerpo atrás con la punta del capote. En el tercio de varas entró dos veces al cabello. Se desmonteró Raúl Fernández, que colocó dos excelentes pares de banderillas. Con la muleta se revivió el juego de los novillos del día anterior, pues Rondeño se paró y lo único que perseguía era hacer presa. El colombiano Viriato insistió poniendo mucho empeño y voluntad, pero su rival no se tragaba un pase. Concluyó con media estocada caída, recibiendo la ovación del público.

Mucha voluntad y ganas puso el colombiano en su segundo novillo, que mostró buena condición hasta llegar a la muleta, cuando se volvió más complicado por la colocación del novillero que estaba muy encima sin darle la distancia necesaria o que el novillo no tenía más de si. Cargó sobre todo la faena por la lado derecho sin lograr acoplarse. Concluyó con pinchazo hondo, trasero y caído y dos descabellos tras aviso.

Oreja ganada a ley en el primero de David Fernández, ante un novillo parado al que tuvo que robarle cada muletazo pisando terrenos comprometidos, jugándose las femorales en cada pase. En la faena de muleta lo tuvo que hacer todo, consiguiendo muletazos en redondo, exponiendo mucho, realizando una serie por la izquierda de mucha enjundia. Concluyó con media estocada trasera y caída. En el tercio de varas, llevó al novillo al picador con unas garbosas chicuelinas.

Muy decidido estuvo en todo momento el de Cehegín, quien recibió de manera primorosa con el capote a su enemigo, realizándose así mismo un quite de manera inverosímil caído en el suelo y que se libró de un grave percance. Faenón de David Fernández en su segundo, al que recibió con un farol continuando con cuatro verónicas a pies juntos, una con el compás abierto para rematar con una media abelmontada. La faena de muleta la comenzó con un espeluznante pase cambiado para proseguir citando de lejos con ambas manos, dejando dos series al natural memorables quebrando la cintura, llegando el clamor a los graderíos. Finalizó de pinchazo, estocada y descabello, tras un aviso.

Curro Durán mostró su calidad de torero, aunque poco hizo con el capote. En la muleta mostró su condición de torero de calidad, llevando a cabo una faena sobria y de corte clásico ante un novillo reservón, sin llegar a calar en los tendidos por la poca transmisión del novillo. Durán estuvo en todo momento bajo las indicaciones de su padre, el exmatador Curro Durán. Concluyó tras dos pinchazos, estocada y descabello, tras un aviso.

En el segundo, el utrerano no tuvo ninguna ocasión de lucimiento al estrellarse sus ganas y voluntad ante un novillo parado, rajado y que desarrolló sentido, habiéndose llevado en el tercio de banderillas por delante, al banderillero José Manuel Pérez quien según el parte facultativo del doctor Robles presentó esguince fuerte de tobillo y varetazo en la región lumbar, tras ser atendido en la enfermería de la plaza, fue enviado al hospital Comarcal del Noroeste.

Curro Durán se marchó de Calasparra de vació, después de acabar con su rival de dos pinchazos, estocada honda, tras un aviso.