Cuando el calor aprieta el ingenio para soportarlo se agudiza. Así lo han demostrado cuatro amigos de un colegio de Rottingdean (sureste de Inglaterra), que han decidido vestir faldas como protesta por el reglamento del colegio que les prohíbe llevar pantalones cortos.

George Boyland, Jesse Stringer, Kodi Ayling y Michael Parker, hartos de soportar los más de 30 grados que marca el termómetro de su ciudad llevando los oscuros pantalones largos del uniforme, acudieron a clase con pantalones cortos. Como esta prenda no cumple con la normativa del centro educativo, los cuatro amigos tuvieron que volver a casa a cambiarse.

Con imaginación y en forma de protesta, al día siguiente volvieron vistiendo las faldas que llevan las niñas del colegio y que, por tanto, son permitidas según la normativa. De esta forma, la directora del colegio ha tenido que aceptar la nueva vestimenta de los niños durante los días calurosos.

Con este gesto los niños ya no sufren el sofocante calor y, como declaraba el padre de uno de los chicos a The Sun, quizá consigan "persuadir al colegio respecto a sus normas sobre los uniformes".