«Los topos son unos pequeños mamíferos de la familia de los tálpidos que tienen un alto índice metabólico, lo que les hace tener un apetito insaciable. La mayoría cavan madrigueras permanentes y subsisten principalmente alimentándose de las presas que caen en ellas». Esta sería la definición que podríamos escuchar en un documental de La 2, pero si le preguntamos el porqué del nombre de su restaurante a sus artífices, Manolo Aragón Najarro (Granada), María del Mar Haro Cerezo (Villarrobledo), Rubén Ipiales Pazmiña (Ecuador) y a su camarera Desiré, seguro que nos hablan del topo Gigio o nos contarán el chiste: «¿Quién es la madre del topo?, pues topota madre!!» Y es que el sentido del humor brota por todos los rincones de este atípico restaurante archenero del que podemos disfrutar desde el pasado 18 de diciembre del año pasado.

Mesas con servilletas de diferentes colores, una cava de vinos con forma de panteón con un cartel en la puerta que dice 'cerrado por defunción', taburetes de diferentes formas y tamaños, lámparas hechas con bombillas con patas en forma de insectos y arañas, pizarra de libre expresión para los clientes, a quienes se les permite que dejen sus mensajes y dibujos plasmados en las paredes del local, un árbol con posits en la terraza, carteles con mensajes como: «Te invito a comer el amor. Me queda riquísimo ¿Te lo hago?» o «No sabemos cocinar, solo elaborar» e incluso un horario totalmente atípico, pues hay días que abren a las 11 horas y 28 minutos o cierran a las cero horas, cero minutos y o,1 segundos y cierran los miércoles por la noche «porque es el día que podemos permitirnos ir al cine, a la bolera o a tomar por...».

Manolo, María del Mar y Rubén, que se conocieron trabajando en Street Food, tienen claro su atípico concepto gastronómico basado en una cocina tradicional pero divertida con precios más que económicos.

Cuentan con el menú 'tengo prisa' con un entrante, plato principal, postre o café por seis euros y el menú 'tengo hambre' con un pincho, un entrante, ensalada, plato principal y postre o café por 9 euros. Ofrecen una amplísima carta de tapas frías y calientes, entre las que destacan sus croquetas de jamón ibérico o su pan de cristal con tocino ibérico; cuatro tipos de ensaladas, platos para compartir como sus brochetas de pollo al curry, el salmón marinado con salsa tártara o el rape retro, siete tipos de montaditos, como el exquisito solomillo a la trufa y carnes como su carrillera de cerdo ibérico estofada en su jugo, lomo alto vacuno o hamburguesas de 'topota... madre'. Los jueves organizan cenas temáticas, como la cien por cien murciana, de cocina oriental, de cocina andaluza, o cenas con karaoke y hasta con torneos de pin-pón.