Madrugar más para ir al trabajo, comer más temprano pero, también, poder acabar la jornada laboral algo antes de lo habitual. Serían los primeros cambios si se recuperara el horario GMT, el que verdaderamente le corresponde a España por su posición geográfica. El último fin de semana de marzo se cambia la hora para adaptarse al horario de verano pero... ¿y si se decidiera no ajustar los relojes?

"Spain is different", o eso dicen muchos. La siesta, la larga vida nocturna, los tardíos horarios de las comidas€ Son algunas de las características típicas que muchas veces se asocian a un tema cultural pero puede que tenga un origen bien distinto: la incorrecta posición de la Península en el huso horario GMT +1.

Cada vez se oyen más voces que piden que España adopte el horario que geográficamente le corresponde. De hecho, el pacto de Gobierno firmado por el Partido Socialista y Ciudadanos incluía -en su página 38- la necesidad de que la Península adoptase el huso horario GMT -el mismo que actualmente tiene el archipiélago canario-. La pregunta es... ¿realmente este cambio es tan necesario? ¿Cómo afectaría en el día a día?

"El modelo laboral tiene que cambiar para que la vuelta a horario que nos corresponde sea efectiva, si no sólo será un mero cambio en el reloj", cuenta José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, la principal asociación que promueve la recuperación del GMT.

Casero cuenta que el cambio de hora es importante pero también lo son las medidas que se deben adoptar para que el estilo de vida sea "menos estresante" y "con más tiempo para el ocio". A su modo de entender, la jornada laboral en España es muy extensa, lo que produce una "falta de rendimiento". Un problema que se arrastra desde la posguerra en la que los españoles tenían que trabajar más -incuso con dos trabajos al día- para poder subsistir. De ahí, cree, vienen también los malos hábitos de las horas de las comidas.

Las horas de las comidas, el primer cambio

"¿Estaríamos dispuestos a renunciar a dos largas horas de comida en el trabajo si así consiguiéramos salir antes? Probablemente sí", se plantea Casero. En este sentido, desde la Comisión piensan que progresivamente, se debería comer a las siguientes horas. Desayuno, en torno a las 8.00h.; comida, entre las 13.00 y las 14.00h. como máximo; y cenas, entre las 19.00 y las 20.00h.

Pero para que esto ocurra, dicen, es necesario que el Gobierno y las empresas promuevan diferentes modalidades de trabajo. "Trabajar algún día desde casa debería de dejar de ser un problema", opina José Luis Casero. Pero advierte, también habría que madrugar algo más para que las jornadas no se alargasen hasta tan tarde. "Tendríamos más tiempo de ocio pero también de descanso", apostilla.

¿Cuánto se tardaría en acostumbrarse al cambio?

"Madrugar más te hace estar expuesto a la luz solar durante más horas y eso te hace ser más productivo", manifiesta la neuropsicóloga de la Universidad Francisco de Vitoria, Elena Bernabéu. Con el cambio horario, puede que España pierda alguna hora de luz de la tarde en invierno, pero volvería a recuperarla en verano. Debido a su posición geográfica no se haría de noche a las 16.00 horas como sí ocurre en las épocas frías en Reino Unido.

La experta explica que el cerebro "es muy plástico", por lo que realmente no supondría ningún shock acostumbrarse a los cambios. Pone por ejemplo unas vacaciones de dos semanas. "Al final si viajas a un sitio donde sabes que los restaurantes cierran a las 20.00 de la noche, acabas cenando pronto todos los días y tu mente se acostumbra", especifica.

La televisión, otro gran problema

Pero además del trabajo, hay otro gran aspecto que rige los horarios de muchas personas: la televisión. "Muchas personas reducen horas de sueño porque se quedan enganchadas a la tele", apunta la neuropsicóloca.

Las emisiones de máxima audiencia, que antaño se emitían sobre las 21.00 horas se han ido retrasando con el paso de los años -posiblemente debido a las tardías horas de los trabajos-. Actualmente los programas y series de las principales cadenas empiezan sobre las 22.30 horas y acaban en torno a la medianoche o de madrugada. "Si se adelantaran estos horarios, posiblemente descansaríamos más y seríamos más eficientes", subraya.

Ya en el año 2014, la Ministra de Sanidad, Ana Mato, pidió un esfuerzo a las televisiones para adelantar el "prime time" -programación principal nocturna-, pero las cadenas parecen seguir reticentes a esto.

De un modo u otro, lo que parece claro es que la vuelta al horario GMT por sí misma no influiría de forma decisiva en la forma de vida. Lo que se están buscando en grupos como la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios es que España tenga el ciclo solar que le corresponde por su posición geográfica y que éste sea acompañado con una serie de medidas que hagan que los ciudadanos tengan una mejor calidad de vida tanto laboral como personal.

Nota histórica: ¿Por qué se adelantó la hora en España?

La Conferencia del Meridiano de 1884 celebrada en Washington dividió el mundo en 24 zonas con el fin de establecer una pauta horaria universal. Hasta el año 1942, España contaba con el mismo horario que países como Reino Unido o Portugal, el GMT - Greenwich Mean Time-. Las Islas Canarias, por su parte, poseían el GMT-1, ya que su posición era algo más alejada.

Sin embargo, algo cambió. El general Francisco Franco decidió adelantar una hora los relojes para equiparar los horarios españoles a los de Alemania e Italia que por aquél entonces combatían en la II Guerra Mundial.

La idea era la de acercar ideológicamente a España -aunque sólo fuera con un gesto simbólico- al país germano, gobernado en ese momento por Adolf Hitler. No es una medida extraña, ya que algunos Estados realizan ajustes en sus horarios en tiempos bélicos para adaptarse a sus aliados o enemigos. Sin embargo, una vez concluye el período de guerra, se suele regresar al huso horario habitual, algo que España nunca hizo.

De esta manera, el país lleva más de setenta años conviviendo con un huso horario que no le corresponde realmente.