La respuesta a la crisis de los refugiados tanto de las administraciones públicas europeas como de las españolas "no ha sido la adecuada" y España "podría haber sido más generosa" en este tema si se compara con otros países de renta per cápita menor, a juicio de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Lo ha destacado hoy el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones de la CEE, José Luis Pinilla, durante la presentación de la campaña "Emigrantes y refugiados nos interpelan, la respuesta del Evangelio de la misericordia" con motivo de celebrarse el próximo domingo día 17 la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2016.

Pinilla ha reconocido que países del entorno de Irak y de Siria como Líbano o Jordania "soportan una realidad y atención a los refugiados sensiblemente mayor", y ha recordado que a España solo han llegado una veintena de los cerca de 17.000 previstos.

"Es verdad que el emigrante va donde quiere y quiere ir al centro de Europa" -ha recalcado Pinilla- y "la foto del niño Aylan significó una llamada fuerte al corazón de la Europa rica", que "también necesita la mano de obra de los emigrantes".

Similar opinión ha expresado el obispo de Albacete y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, Ciriaco Benavente, quien ha opinado que la líder alemana Angela Merkel ha servido de "ejemplo estimulante" a otros países europeos que en principio habían sido "muy reacios a admitir emigrantes".

"Hospitalidad+Dignidad" y "Migrantes con derechos" son otros de los mensajes de la campaña para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, que esta vez también se quiere enmarcar en el Año de la Misericordia establecido por el papa Francisco.

Ciriaco Benavente ha comentado que se deben dar mensajes "positivos y estimulantes" sobre los refugiados e inmigrantes para que esta realidad no se vea "como un peligro, sino como un encuentro entre pueblos" para construir la "fraternidad universal y la familia humana que es precisamente el proyecto de Dios".

Además, los obispos han llamado la atención sobre la necesidad de no olvidar a las personas que sin tener el estatuto de refugiados lo están pasando "incluso peor".

Así, el obispo de Albacete ha comentado que le "chirriaba" cuando muchas ciudades se proclamaron lugares de acogida y colgaron pancartas en sus ayuntamientos al mismo tiempo que "no se preocupan" por los asentamientos que tienen a pocos metros.

La Iglesia, según Benavente, se preocupa de esas personas que viven en asentamientos a las afueras de las ciudades, visitándolos y también acogiéndolos en "pisos abiertos" que tienen diversas órdenes religiosas.

Ha añadido que no se debe "hacer distinción" entre los refugiados reconocidos como tales y otros "sin papeles" que también llevan años huyendo de sus países. "Hay una invisibilidad del refugiado inmigrante", ha añadido Ciriaco Benavente.

En este sentido, Luis Pinilla ha abogado por que tras las acogidas haya "un trabajo posterior" para que las personas que lleguen se integren y se eviten así "fracturas en la cohesión social".

Los obispos han declarado que no se puede estar "indiferente" ante este tema y han asegurado que Europa y, España en concreto, puede recibir "muchos más refugiados" que las cifras de las que se hablan porque hace años, por ejemplo, a nuestro país llegaban anualmente 600.000 inmigrantes.