Esconder el material ilícito en un lugar seguro se convierte en la mayor preocupación para los contrabandistas que diariamente transportan la mercancía de un lugar a otro y desde cualquier parte del mundo.

Tabaco, armas, droga, alcohol, dinero y todo tipo de material ilegal es interceptado con frecuencia por las fuerzas de seguridad de los estados, en muchas ocasiones gracias a los avances tecnológicos que permiten detectar la presencia de dichos artículos ocultos en los lugares más insospechados.

En España por ejemplo, el pasado mes de mayo la Policía Nacional desarticuló un grupo organizado dedicado al narcotráfico que enviaba droga escondida en peluches, figuras de regalo e incluso serrín para gatos. Éstos se dedicaban a introducir y distribuir partidas importantes de cocaína en Mallorca.

Durante el mismo mes la Policía detuvo a dos personas acusadas de introducir un cargamento aparentemente legal de papayas que ocultaba 32 kilogramos de cocaína procedente de la República Dominicana.

Del mismo modo, la Guardia Civil detuvo en noviembre de 2011 a 17 personas por tráfico de estupefacientes, principalmente entre la Península y Canarias, camuflados en juguetes infantiles de todo tipo, desde muñecas hasta juegos de mesa.

Sin embargo, la imaginación de los contrabandistas no acaba ahí. Otro tipo de artículos e incluso seres vivos han sido utilizados como escondite de drogas, dinero o armas. Así, las fuerzas costarricenses incautaron el pasado jueves una paloma que portaba una pequeña bolsa con cocaína y marihuana en los patios de una prisión.

Otro ejemplo es el hallado en un aeropuerto de Rhode Island (Estados Unidos) donde las fuerzas de seguridad incautaron un peluche del dibujo animado Micky Mouse con una pistola en su interior.

Además, en marzo de 2012 la Policía alemana encontró una gran suma de dinero oculta en el interior de varios cruasanes, tal y como se aprecia en la imagen que encabeza este artículo.

Por otra parte, la Policía australiana se hizo en octubre de 2007 con un juguete de Mr. Potato con 293 gramos de éxtasis en su interior y en 2011 fue confiscado un balón de fútbol en la aduana alemana con cajetillas de cigarrillos en su interior.

Otros casos destacados son la incautación en California (Estados Unidos) de 200 estatuas de cemento con marihuana en su interior valorada en más de 1,5 millones de euros en 2009.

También cabe reseñar la detención de un hombre en 2012 por transportar metanfetamina dentro de chocolatinas de caramelo en el aeropuerto de Los Ángeles.

O, por último, la Policía de Tailandia se incautó de 150 botellas con esteroides líquidos ilegales ocultos en una mercancía de lubricante sexual en 2008.