Ya de conversación, Odiseo y Yigal coinciden planear la reflotación del barco. Calypso, al enterarse de que la carga del fenicio son telas para las damas tartesias, se apresta a conocerlas. Yigal le hace ofrenda de uno de los fardos, a cambio de mercadear sus vinos en el Oriente. Y, así, mientras la mujer se extasía con ese cometido, los varones acuden a sus tareas de más aparente enjundia. La escena se desarrolla en Ogigia, la actual Ceuta, donde la desventura de Odiseo lo empujara, luego de naufragar en el Estrecho de Messina, con el torbellino de Caribdis.

Ya en el extremo occidente, la ninfa Calypso se enamora de Odiseo, y lo retiene en amores, usando hechicerías de su oficio. Pero el Olimpo ha decidido que Odiseo regrese y envía a Hermes para trasmitirle la orden a la ninfa. El pormenor de la historia está narrado en griego clásico del siglo IV, en un manuscrito sobre papiro, que fue sacado de la quema de la Biblioteca de Alejandría en el siglo VII, tras pasar por Constantinopla, Malta y Madrid, se halla ahora en poder de una corporación de informática.