¿Imaginas tener niñera para tus hijos?, ¿que te enseñen a tocar la guitarra? o ¿que te acompañen a hacer la compra? ¿y todo ello gratis? Por paradójico que resulte, esto es posible gracias a los bancos de tiempo.

Definidos como una red de intercambios donde se ofrecen servicios de diversa índole: cursos de intercambio lingüístico, reparaciones domésticas o cuidados de personas, constituyen una propuesta novedosa por el hecho de que en vez de pagar con dinero, el servicio se paga con tiempo. Es decir, debes pagarlo ofreciendo otro 'favor'.

"El funcionamiento es similar al de cualquier banco. El interesado abre una cuenta de horas y especifica los servicios, habilidades y conocimientos que ofrece y espera recibir. Cada vez que presta un servicio acumula horas en su cuenta, que luego canjea por servicios que necesite", subraya Izaskun Alaña, ex-concejal de servicios sociales de Brunete (Madrid).

Resolver problemas básicos de superviviencia, favorecer la creación de redes sociales basadas en la ayuda mutua, el intercambio de habilidades o ayudar a personas de bajos ingresos y desempleados, son algunos de los objetivos de esta 'cadena de favores' impulsada en España desde 1998.

Barcelona fue la ciudad donde se introdujo este proyecto de los bancos de tiempo. Desde entonces, la creación de entes de intercambio ha ido creciendo y consolidándose hasta alcanzar la cifra de 291 en 2012, último año del que se tienen datos.

Bajo el nombre de 'Time Dollar', el estadounidense Edgar Cahn acuñó, en los años 80, las redes de trueques de intercambio local, conocidas como sitemas LETS; y a las que le incorporó el tiempo como unidad de valor.

Los intercambios pueden ser personales, familiares o grupales y se concretan en actividades muy diversas, en función de las necesidades e intereses de cada participante. Un ejemplo sería el banco de tiempo de Viceroy, curiosamente, una empresa de relojería.

En esta red, en concreto, se ofrecen servicios de transporte, educación o clases de francés. "El Banco de Tiempo Viceroy es el lugar donde intercambiar con los demás lo más valioso que posees, tu tiempo", subrayan desde su página web.

Cómo funciona

Las personas, el fomento de la reciprocidad, la redefinición del trabajo y la creación del capital social son los principios básicos que se necesitan para poder llevar a cabo el funcionamiento de los bancos de tiempo.

En estos sistemas la verdadera clave para regenerar sociedades más justas y equilibradas reside en la ayuda mutua. Es muy importante que todos den y reciban para fortalecerse y alcanzar el desarrollo del capital social. El montante se forma con "confianza" y "compromiso".

Ventajas

Según la página web del banco de tiempo de la localidad murciana de San Javier, esta forma de economía comprende una serie de ventajas con respecto a los sistemas tradicionales.

Compartir valiosos recursos que se encuentran fuera de la economía formal de mercado, brindar una forma de pago adicional para que todos puedan intercambiar productos y servicios son algunos de ellos.

Los bancos de tiempo también se plantean como un medio de ahorro ya que permiten 'reservar' el dinero en curso legal para otras actividades que no puedan recibir aquí. Además reintroducen al sistema de consumo a personas que dada su condición socioeconómica quedaban relegadas, sin que las autoridades les puedan otorgar alguna solución.

Retos

Desde la Asociación de Bancos de Tiempo, ADbdt, han propuesto una serie de ideas de cara a mejorar a la gestión y el desarrollo de estas redes de trueques. Algunas de ellas son:

- Implicar a los Bancos de Tiempo haciendo que estas plataformas sean colaboradoras de la asociación. De esta forma todos los socios pueden participar en la gestión del organismo.

- Crear un informe anual de los bancos de tiempo realizado por la ADBdT. Este permitirá a la asamblea general tener información más fidedigna sobre la situación actual de las distintas propuestas así como conocer mejor las necesidades de cada una.

- Organizar un encuentro anual de bancos de tiempo de ámbito estatal, que sirva de referencia para todas estas plataformas.

En definitiva, se trata de una iniciativa que pretende añadir valor económico a aptitudes, que sin su existencia, no podrían llevarse a cabo en la economía formal.