Si los ochenta fueron los años de la movida madrileña, la movida murciana arrancó en 1982, el año del Naranjito del Mundial de España, de la visita del Papa y del nacimiento del bar Zalacaín en la calle Enrique Villar a tiro de piedra de la Universidad.

Esta vez el aventurero no fue el Zalacaín de Baroja sino Diego Arques quien confió el diseño del local a los entonces jovencísimos arquitectos Vicente Martínez Gadea y Severo Almansa quienes dispusieron las tres alturas del establecimiento y adquirieron el mobiliario de un antiguo colmado en la Plaza de las Flores del que se trajeron las vitrinas, la caja registradora y las maderas de pino rojo de Canadá que decoran el bar.

Llama la atención en la invariable decoración del local un auténtico teléfono londinense, un gigantesco contrabajo sobre la puerta, los llamativos carteles de Grande Chartreuse de los Padres Cartujos, una matrícula original cubana o la foto del pianista Rubén González y el sonero Ibrahim Ferrer, de Buenavista club social, colgado en una de sus columnas.

Y es que Cuba tuvo mucho que ver con Zalacaín ya que de allí se trajo Diego hace 28 años las margaritas, los primeros mojitos auténticos y los daiquiris de la cubana Bodeguita de Enmedio así como el son cubano que suena entre semana a cualquier hora en Zalacaín.

Además de los altísimos ventanales que dan a la calle Enrique Villar llama la atención su suelo ajedrezado y las mesas de mármol blanco con sus pies de forja diferentes en cada mesa traídas de la Puebla de don Fadrique.

«La gente es quien le da la personalidad a un bar. -explica Diego a quien ayudan en la barra Isabel Sahuquillo, Zara Pisonero, Anita Dinamita y Diego Habana- Pero tener mucho control es la clave además de tener un buen alcohol, servir las copas bien y ser honrados».

La actividad cultural del local es impresionante durante toda la semana comenzando con los ´lunes literarios´ que congrega cada semana a lo más granado del mundo de las letras, los miércoles con actuaciones de cantautores, los jueves de jazz o los viernes sorpresa con actuaciones como las de Miguel Bañón, Delvis Ramos o la cantante cubana Rosa Cruz. Además de todo tipo de exposiciones, presentaciones literarias o mesas redondas.

Por Zalacaín han pasado todo tipo de políticos y artistas, desde Aute a Manuel Fraga o Julio Anguita o actores como Paco Rabal.