Un juez de la ciudad inglesa de Blackburn ha declarado culpable al propietario de un perro Pit Bull que acabó con la vida de un bebé de 11 meses en febrero de 2014. A Le Wright, se le acusa de tener una raza de perro peligrosa y prohibida en Reino Unido.

Tal como indica ‘The Independent’ los hechos ocurrieron hace un año, cuando el perro de Wright se lanzó sobre la hija de su pareja, de 11 meses, mientras ésta dormía en su cuna.

Tanto él como la madre de la criatura se quedaron dormidos en el sofá viendo una película; al despertarse se percataron de que el perro estaba caminando por el piso de arriba, y al subir para ver qué ocurría se encontraron al Pit Bull dentro de la habitación de la pequeña Ava.

Al encender la luz se dieron cuenta de que la niña estaba cubierta de sangre, y a pesar de que llamaron a emergencias rápidamente, Ava falleció poco después de llegar al hospital. Tenía una herida profunda en el cuello; también, golpes y magulladuras por el cuerpo, cabeza, brazos…

Tras el gravísimo incidente el perro fue sacrificado. Le Wright, por su parte, aseguró que no sabía que los Pit Bull estuvieran prohibidos en Reino Unido por su peligrosidad, pero hoy el juez le ha declarado culpable.