En tres puntos distintos de la ciudad. En tres 'cuarteles' diferentes. Con bandas de música de diversa procedencia. Con escolta de unidades dispares. Pero con un mismo sentimiento. Así se desarrolló ayer la característica procesión de los Traslados de los Apóstoles, que volvió a impregnar las principales calles de la ciudad de flor, luz, música y tronos cartageneros.

Porque en uno de los cortejos californios más destacados -si no el que más- los protagonistas son los tres tronos. Las miradas son para San Juan, Santiago y San Pedro. Y de una forma justificada. Porque ya en su salida queda clara la marcada idiosincrasia de la Semana Santa local y su apego al estamento militar. El Gobierno militar, el Parque de Artillería y el Arsenal volvieron a ser los 'puertos base' desde donde los tres apóstoles iniciaron su peregrinaje para descansar en Santa María de Gracia para su acompañamiento hoy a la Madre de los californios.

El primero en hacer acto de presencia fue Santiago, desde el cuartel de la Muralla del Mar. El presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre, no quiso perderse tan peculiar salida en procesión y acudió a la cita cofrade para acompañar al trono en el cortejo, compartiendo la espectacular bajada de la calle Subida de las Monjas, junto al Palacio de Riquelme.

En segundo lugar partió desde el Parque de Artillería San Juan, con su particular paso mecido, limpio y vistoso, que se encarriló hacia su encuentro con la Patrona en su basílica, donde los portapasos elevaron al santo para ver a la Madre y proseguir su camino.

El último en salir fue San Pedro desde el Arsenal, tras el tradicional permiso concedido hasta la próxima medianoche que no cumplirá. Acompañado del excelso piquete de Infantería de Marina, el santo se reunió con sus dos 'hermanos' en la plaza de San Sebastián.

¿De quién es la calle Mayor?

Una vez unidos los tres apóstoles, tuvo lugar uno de los instantes más admirados y contemplados por los ciudadanos: el paso de la calle Mayor de los tres tronos cartageneros.

Y es que, siempre es espectacular ver recorrer los metros de la principal arteria del centro a los tercios y los tronos. La estrechez de la vía y la forma piramidal de los tronos dan una imagen característica a la estampa. Y ayer volvió a ocurrir.

El primero en avanzar por la calle Mayor fue Santiago al grito, ya característico de '¿Quién entra en la calle Mayor?' y un nuevo alarde de saber procesionar.

San Juan siguió el cortejo de blanco inmaculado, con la certeza de años de experiencia y la grandeza de un paso tan característico como sus portapasos casi sin descansar durante toda la 'carrera'.

Cerró el cortejo San Pedro con su característico paso militar y su acostumbrado balanceo que, en ocasiones, parece precipitarse, pero que se mantiene en un equilibrio perfecto.

Un nuevo éxito californio en una noche apacible que deleitó a los presentes con la temperatura adecuada. Las previsiones para los próximos días anuncian noches más frescas.