El rojo corinto de las túnicas de la Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad es el protagonista en las calles de Murcia en este día, Sábado de Pasión, a partir de las ocho de la tarde. Bajo la iluminación natural de la cera y con el uso de la mínima luz artificial, sus cerca de 900 nazarenos cortejan sus ocho pasos.

En esta ocasión, la Cofradía ha apostado por consolidar el cortejo con un mayor cuerpo de acólitos y más monaguillos. Además, la música tuvo un papel destacado con bandas mucho más completas y una mejor puesta en escena con casi medio millar de músicos. La procesión también recupera su recorrido tradicional. El año pasado cambió su itinerario debido a las obras que se estaban llevando a cabo en algunas calles del centro de la ciudad.

Los cofrades penitentes y los mayordomos visten una túnica muy similar, en tergal de color rojo corinto atada a la cintura con un cíngulo blanco. Los primeros llevan el rostro cubierto por un capuz con el escudo de la cofradía bordado a la altura del pecho y portan en las manos un cirio o una cruz de madera al hombro, mientras que los mayordomos, con el rostro descubierto, lucen unas trabajadas puntillas blancas de encaje en las bocamangas. Junto a estos van los nazarenos estantes, quienes llevan la tradicional túnica corta con enaguas almidonadas y medias de repizco. Un auténtico rosario corinto en la noche del Sábado de Pasión.

Con un orden exquisito, los pasos salen de la iglesia de Santa Catalina. Es la imagen de La Oración en el Huerto, del escultor Arturo Serra Gómez, la que abre el gran desfile procesional de la Caridad. A ésta le siguen La Flagelación, La Coronación de Espinas, Nuestro Padre Jesús camino del Calvario, Santa Mujer Verónica, San Juan, María Dolorosa y, cerrando, el titular de la Cofradía, el Santísimo Cristo de la Caridad, del escultor Rafael Roses Rivadavia, fechada en 1994.

Otro de los aspectos que destacan de esta procesión son los cuidados detalles florales, que dan un toque de color cálido a cada uno de los pasos. Pasos guiados por las marchas que entonan las bandas de música.

Como broche de esta procesión, a su recogida se produce un encuentro entre la Dolorosa y el Cristo de la Caridad en la puerta de la iglesia de Santa Catalina, minutos después de la medianoche, una emocionante estampa que estará acompañada por piezas de música sacra interpretadas desde los balcones del anexo Museo Ramón Gaya.