Cuando llevamos a cabo una dieta siempre tenemos en cuenta las calorías de los alimentos que ingerimos, pero no las de las bebidas alcohólicas. El consumo de alcohol es incompatible con un régimen para adelgazar. De hecho, la cantidad de energía que aporta cada gramo de alcohol supone 7 kilocalorías que van directamente a la zona abdominal y al hígado, que es el órgano que lo procesa.

En España, se estima que casi el 5% de las calorías que se ingieren a diario proceden del consumo de alcohol, según la Fundación Española de la Nutición. Estas calorías se suman a las que ya tomamos de por sí en el desayuno, la comida y la cena. Y si a todo ello añadimos el azúcar de los refrescos con los que se suele acompañar al vodka, whisky o ron, el número de calorías se puede disparar por encima de la recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud): 2.000 kcal/día para un varón adulto y 1.800 para una mujer.

Por ello, hay que controlar el alcohol que tomamos, a largo plazo nuestra salud (y nuestro hígado especialmente) nos lo agradecerá, además disminuiremos el riesgo de obesidad (el alcohol evita que se quemen las grasas y los hidratos de carbono).

El vodka, a la cabeza

A diferencia de lo que ocurre con los alimentos envasados, que deben especificar claramente su contenido calórico, las bebidas alcohólicas no están obligadas a reflejar esta información. La Comisión Europea deberá pronunciarse en 2016 sobre una nueva norma que obliga a incluir en estos productos un cómputo de calorías obligatorias. Mientras esto no ocurre, te desvelamos cuáles son las bebidas espirituosas que más engordan.

Las calorías de una copa van en consonancia con la graduación. A la cabeza de la lista se sitúan, por tanto, los licores, y en concreto el vodka, con 300 kilocalorías por copa de 100 ml (0,1 litros), lo que vendrían a ser un par de vasos de 'chupito'. A continuación figuran el anís (297 kcal), el whisky y el coñac (280), el ron y la ginebra (244), y el orujo (222).

Entre los combinados, cabe destacar que el popular gin-tonic supone unas 190 kilocalorías. La mezcla más explosiva la lleva la piña colada (zumo de limón, coco y ron), una auténtica bomba con 644 kcal (una hamburguesa Big Mac son 510 kcal).

Hay que vigilar también el vermut de los domingos (140 kcal por 100 ml) o el vino moscatel (149 kcal).

En cambio, la cerveza y el vino, dos de las bebidas alcohólicas más consumidas en nuestro país, están entre las que menos engordan. Así, en contra de lo que muchos piensan, una caña de cerveza (200 cc) son tan solo 70 kcal y una lata, 105. En el caso del vino, una copa de tinto suponen 74 kcal y de blanco, 79.