­Gracias al esfuerzo de sus ciudadanos Abarán se ha convertido en todo un ejemplo de supervivencia. Muestra de humildad y valor, la localidad, asentada en la Comarca de la Vega Alta del Segura, ha superado todos los contratiempos que le han surgido a lo largo de los siglos, desde las continuas guerras entre los reinos de Granada y Murcia, que diezmaron cruentamente su población en el siglo XV, a la recesión económica y demográfica que se produjo debido a la expulsión de los moriscos y que estuvo presente hasta el siglo XVIII.

Estos no han sido los únicos obstáculos que han tenido que superar los vecinos de Abarán, ya que un siglo más tarde tuvieron que hacer frente a una nueva crisis, esta vez provocada por las malas cosechas, las epidemias, la guerra de la independencia y una fuerte emigración de la población hacia Orán e Iberoamérica.

Fue en esta época cuando, con la construcción de las norias de regadío que propiciaron el desarrollo agrícola de la localidad, y de las vías del ferrocarril que unía Cartagena y Madrid, Abarán comenzó a resurgir, gracias, entre otras cosas, a la exportación de sus frutas frescas que, a día de hoy, sigue siendo la base de la economía abaranera.

Patrimonio

El municipio, con una extensión que supera los 115 kilómetros cuadrados y una población de más de 13.000 habitantes, está rodeado por las sierras del Oro y La Pila. Presenta un clima semiárido, pero cuenta con una huerta formidable gracias a sus sistemas de regadío.

Entre sus elementos patrimoniales más relevantes destacan la iglesia de San Pablo, donde se encuentra el Niño Jesús del escultor Salzillo, la ermita de los Patronos Santos Médicos San Cosme y San Damián, el santuario de la Virgen del Oro, la plaza de toros y el teatro Cervantes, que ha sido restaurado recientemente.

Además, cuenta con cuatro norias, llamadas Noria Grande, Noria de la Hoya de Don García, Noria de Candelón y Ñorica, que se pueden visitar a través de la Ruta de las Norias.

De interés:

La procesión de los penitentes cuenta con una tradición de cuatro siglos y es una de las más multitudinarias, junto a la del encuentro, en Semana Santa. La Fiesta del Niño, que se celebra el 6 de enero y en la que la imagen del Niño Jesús es llevada de casa en casa es, junto al día de San Cosme y San Damián, patrones de la localidad, el otro festejo más destacado en el calendario de los abaraneros.

Las típicas ´picardías´ endulzan a vecinos y visitantes

La gastronomía de Abarán gira alrededor de los tradicionales ´guisos de olla´ y el arroz con conejo. Destacan igualmente tapas como la ´pipirrana´ –que lleva bacalao, cebolla, ñora, pimiento picante, tomate y aceite–. También son conocidos los postres abaraneros, sobre todo los ´bizcochos borrachos´, los ´condenaos´ y las ´picardías´.