El 10 de enero se abrió al mundo el II Año Jubilar In Perpetuum en Caravaca de la Cruz. Siete años de trabajo desde la primera edición del jubileo de 2003 han conseguido que este nuevo año de gracia concedido por Juan Pablo II se refuerce como un hecho consolidado. Se cuentan por miles los peregrinos que cada día visitan la Basílica-Santuario para adorar la Sagrada Reliquia y conseguir las indulgencias plenarias. Todavía sin muchos datos estadísticos, se prevé que la Basílica sea visitada por un 20% más de peregrinos que en 2003.

Cada fin de semana se realizan peregrinaciones multitudinarias, que se celebran en la explanada con la presencia en ocasiones de más de cinco mil personas. Muchas de ellas muestran una simbología muy especial, como la jura de bandera civil y la peregrinación de familias cristianas de la Región de Murcia, y un buen número de colectivos no quieren perder la oportunidad de peregrinar a la ciudad santa de Caravaca para conseguir el jubileo. Una de las peregrinaciones más simbólicas fue la que realizaron todos los sacerdotes de la Diócesis de Cartagena, encabezados por el obispo de la misma, monseñor Lorca Planes.

Todas las instituciones de la ciudad han salido al mundo a presentar el gran acto que celebra Caravaca, pero que es propiedad de toda la Región. Así se ha hecho constar mediante los distintos convenios de colaboración que el Ayuntamiento de la ciudad ha firmado con varios consistorios de la Región.

Otro de los momentos más simbólicos fue cuando una delegación de caravaqueños viajó a Roma para presentar al Santo Padre el cartel anunciador que diseñó la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz, en el que se puede ver la imagen del Sumo Pontífice con el Lignum Crucis entre sus manos en el año 2002, cuando era cardenal. Además, el Ayuntamiento le hizo saber su nombramiento como Hijo Adoptivo de la ciudad.

Caravaca y su Año Santo 2010 han estado presentes en las principales ferias de turismo internacional. Uno de los momentos más destacados de su promoción fue la pasada edición de Fitur, donde el jubileo tuvo un protagonismo especial dentro de los actos organizados por la Consejería de Cultura y Turismo de la Región de Murcia.

Devoción por la Sagrada Reliquia

La Cruz de Caravaca es un Lignum Crucis, un trozo de madera perteneciente al madero en el que fue crucificado Jesucristo. Se conserva en un relicario en forma de cruz de doble brazo horizontal. La importancia del símbolo no reside en la teca-estuche, como erróneamente creen algunas personas, sino en su sacro contenido. Se trata de una Reliquia avalada por su procedencia patriarcal de Tierra Santa y su vinculación a la Vera Cruz, es decir la verdadera cruz, descubierta en el siglo IV por el emperador Constantino (335-347) o por su madre, Santa Elena (según la tradición en el año 325-6). De ella se hicieron tres partes. La primera fue entregada al patriarca de Jerusalén y las dos restantes fueron llevadas a Constantinopla y Roma.

Para ganar el Jubileo son necesarios los siguientes requisitos:

Visita a la Basílica

y oración

El peregrino debe visitar la Basílica-Santuario de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca y participar en cualquier celebración que se realice en ella con devoción y el deseo de ganar el Jubileo. Además, orará por las intenciones del Sumo Pontífice (no basta una visita turística).

Plegaria por la paz en el mundo

En caso de no poder participar en una celebración, es suficiente la visita a la Basílica-Santuario y la recitación de una oración por la paz del mundo e intenciones del Romano Pontífice.

Confesión sacramental y comunión eucarística

No es indispensable recibir los sacramentos de la confesión sacramental y la comunión eucarística en la Basílica-Santuario de Caravaca de la Cruz ni en el día de la visita. Pueden recibirse unos días antes o después de la peregrinación en otra iglesia o en la propia parroquia de los peregrinos.