El Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar es la zona húmeda más importante de la Región de Murcia. Sus 900 hectáreas de superficie entre mares forman un bello paisaje de estanques, motas, dunas y pinares en el que se puede contemplar la naturaleza en estado puro. En este escenario viven flamencos rosados, zampullines, gallinetas, gaviotas, garzas reales, lechuzas y el pequeño fartet, un pez endémico del litoral.

El parque se puede recorrer a pie o en bici por las sendas que lo cruzan y rodean, dando oportunidad al visitante de apreciar uno de los ecosistemas más interesantes del litoral levantino. De visita obligada aquí son las "encañizadas", artes de pesca empleadas tradicionalmente en esta zona, denominadas así por su influencia árabe. Situadas junto al paraje conocido como Punta de Algas, suponen uno de los puntos de intercambio de agua entre el Mar Menor y el Mediterráneo. Este incomparable reducto de la vida salvaje cuenta con un recinto salinero, ya explotado por los romanos, de propiedad privada. Se trata de una compleja red de estanques o charcas, separadas entre sí por diques o motas, en las que se lleva a cabo el proceso de extracción de sal. El complejo fue propiedad de la Corona hasta 1869, año en que fue privatizado y adquirido por el empresario Manuel García de Coterillo, de ahí el nombre de las Salinas de Coterillo. Actualmente pertenece a Salinera Española, pero su explotación va paralela a la protección del Parque, contribuyendo a su conversación.

En el Parque Regional se construyeron 15 molinos, de los que sólo quedan dos, el de Quintín y de la Calcetera, cuya misión era aportar agua del Mar Menor al conjunto de las charcas salineras.