Las fiestas de carnaval tuvieron en Cartagena un profundo arraigo popular, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX, que se vio truncado cuando se prohibieron al finalizar la guerra civil. Con la reinstauración de la democracia, a partir de 1981 se recuperó esta celebración profana, que en la actualidad es una de las más importantes del ciclo festivo local. Con ella llegan desfiles, bailes, concursos de disfraces y de chirigotas que cada año ven incrementada la participación del público. La fiesta está declarada de Interés Turístico Regional.